Tras la noche en Palmwag seguíamos nuestro recorrido hacia el norte. Nos adentrábamos en el Kaokoveld y nuestro destino era Opuwo, donde íbamos a visitar las aldeas Himbas y desde donde estableceríamos nuestra base para subir hasta Epupa Falls.
El paisaje cambia, y aunque muy muy seco y prácticamente desértico, ahora nos encontrábamos con árboles de un tono rojizo volteando al marrón y al amarillo. Y durante kilómetro y kilómetros sin verjas, todo un hito, ya que prácticamente en todos los trayectos realizados nos hemos con vallas que separaban las carreteras del resto del paisaje.