A las 19:30, tras la interesante visita a Matobos, llegué a la estación. El tren partía a las 20 h. En mi compartimento estaba Charity, una joven madre de 27 años, con sus dos niños. Tenía dos billetes y había elegido, como es lógico las dos camas de abajo. Me tocaba arriba de nuevo, pero la cama-asiento parecía un poco mejor que la del tren de Vicfalls. Luego llegó Mrs Chicano con su pequeña niña, Ropa y el revisor intercedió para que Charity le cediera la cama de abajo y Panache, su niño mayor, durmiera arriba. No hubo ninguna pega. Como todo el mundo aquí, son estupendas y nos llevamos muy bien. De repente un aviso en la estación diciendo que el tren retrasa su salida hasta después de media noche. Terrible espera!!!, ya no aprovechaba el día en Harare y encima metida en ese cubículo tanto tiempo…
Mis intensas horas en Harare
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