Y después del almuerzo empezamos el game-drive. En nuestro vehículo nos ubicamos los que íbamos a quedarnos a dormir: Dos chicas noruegas, Anna está estudiando en CapeTown y el año pasado vivió en Mozambique por trabajo y Sussi está en Livingstone, Zambia, trabajando en un proyecto de investigación. Son muy majas y viajadas. Una pareja de alemanes que vienen de Mozambique encantados con ese unánimemente reconocido por todos los viajeros como precioso país. Y luego una familia de estadounidenses que han venido a visitar a su hija que vive en Zambia trabajando para una ONG. Un grupo muy agradable, la madre americana flipaba con que yo viajara sola, por lo que me cuenta lo que han visto en Zambia, donde vive su hija, es pobre pobre pobre. Está muy impactada con la falta de infraestructuras! Botswana le parece superdesarrollado en comparación.
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La magnífica vida salvaje de Chobe
Según dice la Lonely, el Parque Nacional de Chobe que comprende unos 11.000 m2, es zona protegida desde 1968, y actualmente es una de las mayores atracciones turísticas del país. Tras visitarlo, aunque ya me habían avisado otros viajeros, entiendo por qué: está absolutamente repleto de animales!
El mejor momento para visitar Chobe es en la estación seca, de Abril a Octubre, que es cuando los animales se concentran alrededor de las pozas para beber. Osea que hemos acertado con la fecha ;-)!.
Improvisado alojamiento en Kasane
El día ha sido agotador. A las 5 h. ya estaba en pie para coger el primer bus a Kasane, que salía de la estación a las 6:30 horas. En realidad el bus va a Francistown pero para en Nata y hay que enlazar el bus que desde Francistown va a Kasane. Me dirijo a Kasane sin ninguna reserva tras intentar encontrar algún aceptable precio por Internet, por teléfono… y no conseguirlo. Los precios de una habitación individual no bajan de los 70 €, y me niego a pagar esto. Me lo gasté en el vuelo escénico 😉 Pienso que una vez allí me buscaré la vida para encontrar algo, incluso alguna persona del lugar que me alquile un espacio en su casa.
Disfrutando el Kalahari y vuelta a Old Brigde…
A la mañana siguiente madrugamos, a las 6:30 estábamos en marcha. En el parque está prohibido circular desde las 18 horas de la tarde hasta las 6 horas de la mañana. A esas horas y en el vehículo descubierto el aire es gélido y fuerte. Sufrimos hasta que sale el sol, pero todo sea por un buen “game” ;-).
Safari al Kalahari
No entraba en mis planes el desierto del Kalahari. No era un desierto de dunas y por tanto no despertaba mi interés. Menospreciaba su belleza….
Mi nuevo equipo me propuso apuntarme con ellos al Kalahari. Cuadré fechas y dinero y finalmente me decidí. Por 3.000 pulas el equipo de Old Bridge nos organizaba el safari para tres días y dos noches. No es nada barato pero es lo más económico a tenor de los precios que habían contrastado los italianos.
Sobrevolando el Okavango
Hoy por fin mi día de descanso! Comienzo en el desayuno decidiendo que me voy al Kalahari con mi equipo de italianos. Luego, en lugar de quedarme en plan relax sentada frente al río y tecleando, me voy a Maun a cambiar dinero y a buscar una wi-fi pues el precio de la de Old Bridge no es apto para baclpackers ;-).
Incursión en Tukay Island y vuelta con sorpresa
Para variar, madrugamos. La noche había sido entretenida. Cuando nos íbamos a dormir, el concierto de los hipopótamos era apoteósico, parecía que estuvieran avanzando hacia la zona de las tiendas. En el silencio de la oscuridad retumbaban esos salvajes gritos. Al principio asusta, pero luego convives con ello. Ahora sí, durante la noche hay que hacer todo lo posible para no salir de la tienda. El guía nos dice que alumbremos con la linterna antes de salir por si en el exterior vemos algunos ojos cerca, y por supuesto, si los vemos no salgamos. Imaginaros con estas recomendaciones lo fácil que es relajarse y dormir 😉
Los pequeños del Okavango
A la vuelta de Moremi, hemos parado de nuevo en la isla donde cogimos el Mokoro y mientras que Alec buscaba a los dueños de los mokoros para pagarles, me he adentrado en la aldea y estos niños me han dado la mejor despedida posible del maravilloso Delta, con sus sonrisas y sus juegos. Se amontonaban para ver el resultado de las fotos y reían sin parar. Jugamos con los colores de las manos y se sorprendían del contraste de las suyas, esas preciosas manos negras un poco polvorientas, con la mía. La frescura de estos niños es incomparable, son abiertos, les gustan las visitas, el contacto con la gente, y posan con agrado y divertidos. Me recuerdan a Asia….
Paseo en Mokoro
Antes de las 7 horas ya habíamos desayunado y nos encaminábamos a coger el mokoro. El mokoro es una canoa que ha sido hasta ahora el principal medio de transporte de las gentes que habitan el delta. Así que hemos acudido a una aldea donde Alec tiene su familia, y donde íbamos a realizar el imprescindible paseo. Al principio resulta más que inestable, es mínimo y el agua está ahí mismo. No he cogido ni la cámara por miedo a volcar. Un baño no me importa, las aguas son imponentemente limpias y nos movemos por zonas que según nos dicen no visitan los hipos, pero con la cámara no me lo puedo permitir. Con el tiempo te vas adaptando y coges confianza. El conductor del mokoro con el largo palo consigue que avancemos por los estrechos canales. El paseo es magnífico y se ha hecho corto. A la vuelta ya tenía medias piernas en el agua.
Adentrándonos en Moremi Game Reserve
Seguimos en racha viajer@s, nuestros compañeros de viaje por Moremi Game Reserve son 4 italianos majísimos: Ilaria, Paolo, Matteo y Michelle. Son de Milán. Ila me lo puso fácil desde el momento cero. Nos pusimos a hablar enseguida que presentimos que íbamos juntos a Moremi. Y no hemos parado de charrar en todo el viaje ;-).
Nos embarcamos en una lancha que nos adentraría en las entrañas del Okavango, hasta Moremi Game Reserve, una de las zonas menos exploradas y nada transitada. El corazón del delta. Alec iba a ser nuestro guía. Es un experto en lo que a pájaros se refiere, los hay a montones en el ecosistema del Okavango. No he visto en otro lugar pájaros pequeños con un colorido más fascinante. Observad el pequeño de la foto paralela a estas líneas.