Y logré que Rosa me dejara quedarme en la casa y que me diera trabajo. Me quedé a las órdenes de Sister Steria (abajo en la foto del cartel) y cuando ella se tuvo que ausentar fue Rita quien me organizaba las tareas. Primero hacer las camas y luego los cristales. Las sábanas con agujeros, pero algunas mantas de máxima calidad. Una vez a la semana cambio de sábanas. Los badalas, nombre en ndebele para los ancianos, me miraban sorprendidos, y sonreían. Con los que podían hablar en inglés me daban conversación. Sigue leyendo
La vida en Old Age Home
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