Bye bye Namibia

El jueves 16 recogimos el campamento sin creernos demasiado que era la última vez que doblábamos la tienda. Mientras que desayunamos, un mono nos visita y tira el cubo de la basura buscando algún bocado. Lo pone todo perdido. También en los lavabos mientras que me arreglaba por la mañana, entró un mono. Los monos no me gustan pero estos menos, son los baboon y tienen un trasero muy muy feo. En fin, es lo que tiene acampar en pleno parque natural!

Escalamos hasta la cima la montaña del Waterberg Plateau. Es sorprende desde abajo y desde arriba el corte de la parte superior. De cerca la piedra es de un rojo intenso teñida de verde musgo. Subiendo me pierdo del grupo, pues me había retrasado y ellos habían tomado ya casi en la cima un camino que no tenía las indicaciones de la ruta que debíamos seguir. Les llamaba y nadie respondía, ni un alma por ahí. Solo algún ruido de animales, pero nada grave. Sabía el camino de vuelta así que no me preocupé demasiado aunque lógicamente prefería encontrarlos. Cuando me cansara de esa maravillosa vista me bajaba. Al cabo de un rato oigo más movimiento, aparecen ellos y se unen a la magnífica visión. La vasta llanura se abre a nosotros, infinita, como un mar de tierra y vegetación.

 

Acabada la excursión es la hora de volver a Windhowek, cogemos carretera. Mejor dicho, carreterón en honor a Paco. 😉 La B1, otra de las grandes vías de Namibia.

Avistamos Windhoek sobre las 13 horas, quedamos que dejábamos las maletas en cada guest-house y luego Aggies nos llevaba a la oficina de Tenna Express, a debatir el asunto. Ya habíamos dicho al guía que queríamos hablar con Jeffrey y él había acordado que esa tarde estaría y nos atendería. Entre otras cosas yo tenía pendiente el pago con tarjeta de una parte del viaje, pues así lo acordamos, para no descapitalizarme. Antes de salir intentamos el pago con tarjeta y en el momento de la transacción se les acabó el papel del datáfono. La chica no supo recuperar el resumen de la transacción y en el banco no pudieron decirles si se había cargado o no, así que dejamos el pago pendiente para la vuelta.

En el Cardboard Box no tenían cama para mí pero me mandaron al BackPackers Unit. Estaba más alejado del centro y era un poco más caro (120 N$) pero tenía buena pinta. En Cardboard me reservaron para el día siguiente, pues mi intención era quedarme un día más en Windhoek para descansar, ponerme al día del blog y preparar el resto del itinerario, y así el sábado, tranquilamente, coger el bus a Gaborone, empezando así la nueva etapa de mi viaje por África.

En Tenna Tours nos esperaba Jeffrey dispuesto a pelear hasta el último centavo. Y así fue. Íbamos dispuestos a reclamar la devolución de 1,5 días de viaje y empezó diciendo que el precio del tour era otro y no el que habíamos hecho, que le habíamos forzado a dar ese precio y que perdía dinero con el cálculo y con el pago en euros que negociamos en su día.

Tras una hora larga de negociación y discusión en la que me acusó de ser la que más exigió a la hora de establecer el itinerario y de alguna cosilla más (ya veis qué fama!), y yo aclarar que me limitaba a transmitir lo que planteaba el grupo, conseguimos que en lugar de los 1000 N$ que pedíamos nos diera 650 N$. Nos dábamos con un canto en los dientes pues pensábamos que no íbamos a poder recuperar nada. Más que posiblemente influyó el hecho de que yo no le había terminado de pagar el viaje.

Triunfadores, comidos un hojaldre por la calle y fuimos al supermercado. Eran ya más de las 16 horas, Kyoto y yo decidimos comprar solo un chocolate y el resto luego en el Pick and Pay que era más barato y nos pillaba más cerca de las guest-houses. Tras la compra llegó el momento de la despedida. Fue muy rápido y sencillo, en la puerta del supermercado nos dijimos adiós. Costaba separarse, éramos un equipo forjado en 17 días de compartir maravillas y problemas, no hay muchas cosas que unan más. Un gran equipo!. Intercambio de emails, algunos ojos brillantes y deseos de reencuentro en un futuro…Confío y siento que la vida volverá a unir en algún momento nuestros destinos ;-)!

Namibia siempre será Namibia con Adela, Olvido, Paco y Kyoto. Así es y será, gracias por unirnos, África!. Sobre ellos y África solo decir que Adela y Olvido hablan con pasión de África, pero Paco, es la primera persona que conozco que tiene el mal de África, no quiere viajar a otro sitio, y los dos meses al año que bajan a este continente se le quedan más que cortos. África ha sido para mi más intensa gracias a ellos, hemos hablado mucho sobre diferentes países y me han enseñado a amar este continente con nuestro continuo compartir y con sus incontables historias y vivencias, las de los grandes viajeros….

Kyoto y yo seguimos juntas. Yo tenía que llamar para reservar mi billete para Gaborone. Es raro el tema de los transportes en Windhoek, no hay estación de autobuses, lo que llaman terminal es una simple parada de bus. Así que aquel día que estuve en la oficina de información y turismo me habían dado el teléfono al que llamar para reservar billete en el bus a Gaborone, que salía sólo viernes y sábado. No encontramos cabina, pero consigo llamar desde un Internet café. No entiendo mucho el inglés de la persona al otro lado del teléfono y a duras penas consigo entender que sale solo mañana viernes a las 5:30 horas de la mañana desde el hotel Protea. Decido acercarme a la oficina de información y turismo para confirmar los datos, Kyoto me quiere acompañar, pero está cerrada y lo mismo los bancos donde pensaba sacar unas pulas (moneda de Botswana). Así que se acabó el día de descanso en Windhoek, se me acababan de romper los planes, tenía que coger ese bus, aunque me venía fatal tan apretado…

Fuimos al supermercado y luego seguimos juntas de camino a las guest-houses. Pregunté en el hotel Protea, por el que pasamos, pero me dijeron que ahí no paraba ningún bus, ufff, vamos bien! pero enseguida me dicen que había otro hotel en Independece Avenue. Ese debía ser ;-)!

En la calle Brahms me despedí de Kyoko, ya no podíamos alargar más nuestro tiempo juntas, aunque nos costaba separarnos. Ella mañana se iba a Livingstone, Zambia y yo a Goborone, Botswana. Me dio las gracias por haberla invitado a este viaje. No te conocía a ti, ni los conocía a ellos, le dije, es una cuestión de feeling. Sabía que saldría bien, y ha ido genial!

Me prometió venir a Valencia en su recorrido por España. Le pedí que me siguiera contando de su recorrido por África para seguir viajando con ella.

Al llegar a la guest-house me conecté con regulares condiciones de la wi-fi al Skype para hablar con mis padres y después de una buena ducha me fui a Joe’s Beer House. Como despedida me iba a regalar un filetón de Oryx ;-). Eran las 20 horas cuando salí a la calle a coger un taxi, era de noche y con poca iluminación pero pasaban unos pocos coches. Me paró un taxi y cuando se acerca veo que está ocupado, hay dos chicas muy arregladas en el asiento de atrás, me hacen hueco y me dicen que entre que va a dejarlas un poco más adelante y que me lleva a mí por 18 N$. Las chicas, muy majas, me dicen que quisieran ir alguna vez a España, les animo a que lo hagan aunque sé que para ellas es casi inaccesible.

La elección de la cena ha sido más que acertada, por el maravilloso plato que me comí y que aquí os ilustro, y por lo curioso del lugar. Aunque hubiera sido esperable, me impactó enormemente que los únicos negros que había en el lugar eran los trabajadores y los taxistas que esperaban recoger tras la cena a los clientes (ya que en Windhoek nadie anda por la calle cuando cae la noche). Resulta que el Joe’s es un ghetto blanco. Calculo que habría casi 100 personas entre degustando los estupendos platos y entre esperando mesa, y ninguno negro. Escandalosamente injusto, pero un fiel reflejo de la realidad Namibia.

Encontré allí a unos españoles, de Madrid, que casi acababan de aterrizar. La chica me dijo que venían en plan familiar a visitar a su hermano que vivía aquí.

Al salir, enseguida un camarero me facilitó un taxi para volver a casa.

En la guest-house me encontré con dos españoles que venían de hacer un recorrido por Namibia, compartimos fotos y anécdotas. También estaban encantados con el país y su gente. También alojados hay algunos negros, justamente había hablado con Paco ese día que apenas hemos encontrado turistas negros en todo el recorrido. A tenor de mi guest-house, parece que los negros también viajan, buena señal, aunque me parece que quizás eran asuntos más de trabajo y estudio los que los llevaban por allí. Buenas noches, viajer@s. Mañana nos espera Botswana…

5 pensamientos en “Bye bye Namibia

  1. Hola! No sé si esto es una señal del destino pero llevo semanas buscando info de todo tipo sobre Botswana porque quiero viajar yo sola en unas semanas y me encuentro con tu blog!!!! Bueno, veo que no soy la única «loca» que quiere viajar por África jejejeje. Es el viaje que siempre he querido hacer y además en plan mochila y aventura, es decir, con información de como moverme, que ver, sitios donde dormir pero sin prisas y organizaciones milimetricas…según me vaya apeteciendo!! Quiero adaptarme al ritmo de lo que m encuentre que para carreras ya tengo bastantes aqui, de hecho solo quiero ver, compartir,improvisar y no pensar.
    Algunos sitios dde los que nombras como alojamiento ya los tenia pensados yo, las visitas todas (aunque no sé si podré hacer el Kalahari porque mi presupuesto es bastante limitado) pero también he mirado Nxai Pans,Magkadikgadi Pans ( al sudeste de Chobe) y las Twasepong Hills con la catarata de Moremi Gorge ( al este). Bueno, me gustaria contactar contigo para algunos datos prácticos aunque la info que das en el blog es muy buena. Tengo dudas, especialmente con quien contratar los safaris y excursiones; no por miedo si no porque tengo que controlar bastante las pelas. Te importaria escribirme a la dirección que indico y asi charlamos un poco???? Tengo previsto salir sobre el 3 de octubre. Encantada de conocerte y de ver que hay mujeres con inquitudes y sin temores. Un abrazo

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