Centro Río
Seguí la ruta que marcaba la guía, bajé en la parada de metro de Carioca y caminé por la Avenida República de Chile, en las fotos podéis ver en la primera el edificio Petrobrass (Petróleo Brasileiro: empresa de energía brasileña de naturaleza semi-
Fui hacia la Praça República y paseé por unas calles llenas de pequeñas casas coloniales, algunas cuidadas otras con un aspecto decadente. Apenas me cruzaba con gente, turistas ninguno, pero era todo seguro y muy tranquilo. Cuando me acercaba a la Praça empezó a llover bastante, espere bajo un tejado pero no me había cogido el poncho y no me podía meter en el jardín que constituía la plaza porque no había resguardo. Decidí no seguir esperando y avanzar por las calles hacia Praça Tiradentes. Por el camino llovía fuerte, y decidí parar. Ví a un par de señores sentados en unas sillas atadas con cadenas a un portal y bajo un toldo y mirando la lluvia. Les pregunté si les podía acompañar, sonrientemente me dijeron que sí y me senté junto a ellos. Me recordaban a los cubanos de la Habana. Uno se fue y me quedé con el otro, hablamos poco pero estuvimos un rato admirando la calma de las calles de Río en Año nuevo y esperando que amainara, aunque me parece que él no tenía mucha prisa, simplemente estaba pasando la mañana. La sensación de paz era incontable. Yo no daba crédito a estar en Río y menos a esta calma. Parece que paraba y decidí seguir, me despedí tras pedirle una foto. Me dijo el nombre, pero qué rabia que no lo recuerdo. Aunque me quedo con la pinta de buen hombre que tenía…
Me encontré a poca gente por el recorrido, pero había algunos a la fresca que supongo que se sorprendían de que hubiera una turista suelta por ahí un día como hoy. Nos saludábamos, hablábamos un rato, les pedía una foto, y luego cuando se la enseñaba se partían. La de los tres hombres me encanta, la he puesto de cabecera aunque he tenido que decapitar a uno :-(. El hombre de abajo con sombrero, me hizo mucha gracia, era todo un caballero, me dio algunos consejos sobre Río. Me hubiera quedado a su lado un rato pero ahora que no llovía tenía que aprovechar para ver Río
Yo estaba encantada con lo que iba descubriendo, no podía haber elegido un día mejor 😉
Cuando finalizaba mi recorrido por el casco antiguo y me preguntaba como podía llegar a Santa Teresa (hace poco había un tranvía pero hubo un accidente grave y ya no da servicio) me encontré a un carioca que hacía footing y se paró a hablar conmigo. Vivía por el centro y me preguntó si me podía acompañar un rato. Le dije que sí, hablaba español bastante bien, era muy simpático y además me iba indicar la parada del bus a Santa Teresa. Estuvimos hablando de España y de Brasil, él es economista. Él está enamorado de Río, ha viajado bastante por el mundo pero se queda con Río. Lo entiendo 😉
Santa Teresa
Nada más dejarme el carioca en el bus, al subir, coincidí con Andreza y como bajábamos en la misma parada para visitar Santa Teresa, pues hicimos el recorrido juntas. Andreza es brasileña, de Recife pero trabaja en Sao Paulo. Es majísima y super abierta. Nos llevamos bien enseguida, ella estaba en casa de una prima y visitaba Río por libre. Recorrimos este barrio en la colina, es precioso, lleno de casas coloniales, (bien cuidadadas la mayoría) entre frondosos árboles, con unas vistas increíbles. Algún castillito y todo. Es un barrio poblado por artistas y por supuesto por gente pudiente. Tiene un encanto extraordinario, el único punto débil es lo empinado de sus calles.
Una ciutat tan gran per a tu a soles!!! Quin privilegi!!!! 😀
No saps com de privilegiada em vaig sentir!!