Hoy madrugamos para visitar el pan de Azucar. Era nuestro último día en Río…. Liz  Steve tenían que coger el bus a las 11 horas, así que antes de las 8:30 estábamos en la puerta y entramos enseguida. El día era magnífico, y después de dos días de lluvia lo valoramos profundamente. La visita consta de la subida en teleférico a dos cerros. La vista es más que espectacular. Os digo, indescriptible. Si aun no te has enamorado de Río, aquí sin duda caes rendido a sus pies. No sé explicarlo, esta ciudad es superespecial. Me vendría a vivir sin duda. He visitado muchas ciudades y en alguna de ellas he pensado: no me importaría vivir aquí. Pero en el caso de Río me encantaría vivir aquí. Es el único lugar que he visitado donde le encuentro encanto a los edificios altos en primera línea de mar, o en las colinas montañosas. Río lo acepta todo y todo lo transforma en belleza. Os dejo con las fotos….

Playa de Copacabana

Enfrente del shopping Rio du Sul me despedí de Liz y Steve. Nos dimos un superabrazo y sin duda solo era un hasta pronto. Estaba triste, los lazos cuando viajas se estreñan con mucha rapidez y al estar en Río todo es más intenso, con lo cual yo sé que al igual que a Río, los querré siempre y siempre serán personas especiales. Ya os dije, son mi familia en Río, la conexión con ellos después de sobrevivir juntos a la Reveillón de Copacabana 😉 , convivir en el “un poco inmundo” hogar de Raimunda y compartir Río y muchas más cosas, era total!