Viajando en combi a Mutare

Me levanto rápido y con tiempo. Me arreglo y recojo todo, y como el taxi ya esta fuera dejo la mochila en el maletero y aprovecho para desayunar e ir al baño tranquilamente, ya que no hay ni rastro de los escoceses. Espero que no se hayan dormido. Al salir del baño ya es la hora y salgo hacia fuera, pero el taxi ya no está, miro a la esquina y se está yendo. No puedo creerlo, pasan de esperar y con mi mochila dentro!!. Empiezo a correr para dar la vuelta a la esquina y llamarlo, pero grito y no se dan cuenta. Menuda forma de empezar el día!! No doy crédito, y los otros dos, a los que les dije ayer que seguramente iba con ellos no habrán dicho ni mú?. Me pongo negra, ahora qué? Suerte que en la guest-house ya estaba la chica de recepción y llamó al taxista y este volvió. Me dijo: perdona, lo siento!! O poco espabilado o dormido! Y la escocesa me dice: hemos visto la bolsa pero como el taxista no ha dicho nada….Qué poco vivos, por favor!

La terminal de autobuses, no tiene casi autobuses, todo son combis. Así que en una de ellas nos montamos para Mutare, el taxista se baja para hablar con el conductor de la combi y nos dice 8 $. Yo por supuesto, por desgracia desconfiando, contrasto con otras personas que ya hay dentro de la combi y me confirman que es ok. Es la tarifa local.

Montan nuestras mochilas en un par de asientos y cuando se va el conductor nos dicen que tenemos que pagar dos asientos más por las mochilas. Hacemos ademán de bajarnos y entonces reaccionan, entonces cogen las mochilas y las meten en el minúsculo maletero, que por supuesto se queda abierto y lo intentan asegurar con unas cuerdas.

Nos instalan en la última fila, primero los escoceses, luego yo, y a mi lado se sienta Loice. Loice e suna mujer encantadora, trabaja como asistenta en una casa. Le pregunto por sus dueños y son blancos. Dice que hace años que vinieron de Inglaterra a Harare. Nos llevamos muy bien, charlamos y me cuenta que le pagan 150 $ al mes por las 8 horas de trabajo diarias. Ella vive en la casa de los señores. Sus hijos son mayores y se hayan repartidos entre Zimbabue y Sudáfrica. Alucino con el salario, cómo puede vivir esta mujer? Dice que no le suben el salario, que está disgustada porque a ellos les da igual que sea poco. Os digo, he ido al supermercado y es imposible llegar a fin de mes. Todo cuesta por lo menos 1 $. 1 litro de leche cuesta 1,29 $, un paquete de pan bimbo 1 $, una lata de atun más de 1,5 $, un paquete de espaguetis de 500 grs 1 $ el más barato, una caja de cereales tamaño estándar más de 2 $. He encontrado un paquete de galletas que vale 0,65 $, son las más básicas. Todo es caro en Zimbabue. No sé como mis queridos Zimbabueses se las arreglan para vivir!

 

Volviendo a la combi, hice migas con un pequeño que había en el asiento de delante. El niño, de 3 años, estaba en brazos de otro niño más mayor, seguramente su hermano., y me miraba. Yo le saludaba y le di la mano. El niño me la cogió y no la soltó en todo el rato. Solo un momento cuando saqué la cámara y le enseñé a hacer fotos. Nos hizo una a Loice y a mi. No paraba de mirarme sin llegar a sonreír. Tras un buen rato le hice señal de que se viniera detrás conmigo y el niño no se lo pensó. Así que lo tuve en brazos y así se durmió. Viajaba con su tía, una niña jovencita que me dio su email para localizarla en facebook, y su hermano. Aquí es normal viajar e incluso vivir temporadas con tíos y familiares.

  

Por la carretera la gente espera la combi, aquí podéis ver cómo llevan las maletas. No por gusto, son perfectas trolleys pero la mayoría con las asas rotas y no hay manera de arrastrarlas. Al bajar del tren en Harare se me ocurrió ofrecer ayuda a una de mis compañeras de camarote y le cogí la maleta, pero la realidad es que no había por donde cogerla, tuve que meter los dedos en una rendija y arrastrarla como buenamente pude inclinando medio cuerpo para alcanzarla. Pero ciertamente estas maletas, aun en este estado, sirven para cargar cosas, su objetivo lo cumplen, no? ¿Entonces por qué tirarlas? Especialmente si no hay dinero para comprar otra…;-)

Antes de Mutare se bajaron y el niño me despedía con la mano desde la calle. Un viaje entrañable. A todas estas a mi lado el escocés no dijo ni papa en todo el viaje. Se pasó todo el tiempo con la cara tapada intentando dormir. Qué bichos más raros!

Había un montón de controles de policía por la carretera, nos paraban cada dos por tres y pedían documentación. Supongo que no multarían por exceder del aforo, porque el dueño de la combi iba a arruinarse. Marcaba como capacidad 15 personas y yo conté 20 sin considerar los niños que iban en brazos. Incluso a ratos había alguno que iba de pie medio torcido el cuerpo. Es increíble! Ver para creer!

Y la siguiente atracción es la de las paradas donde se acercan los vendedores de «de todo» para ofrecer sus productos. A este grupo les hace mucha ilusión la foto y aunque no les compres sonríen igual. Pero la gente les compra, Loice compró unas manzanas y le faltó tiempo para ofrecerme. Le dije que muchas gracias, prefiero que la guarde para ella. Estas gentes me enseñan a compartir, después de ver estos gestos cuando tengo algo que ofrecer casi disfruto dando.

  

Loice iba a Mozambique. Mutare está prácticamente en la frontera y por tanto es un lugar de tránsito. Al llegar a la estación que es una explanada sin asfaltar, nos despedimos, me dio su número, dice que si le encuentro trabajo en España se viene para allá. Loice, qué gran persona!

Yo me fui a buscar Ann’s Lodge, el alojamiento que me habían recomendado Miriam y Beto. Antes hice una foto a la estación de autobuses. 

Tras una caminata, en la que recorrí la parte principal de la ciudad, lo localicé. Es una zona residencial, con casas con jardín, calles asfaltadas pero sin aceras. Me recibió Ema. Es la encargada de la guest-house y vive ahí con su familia. Tiene 5 hijos. Dejo a una persona estupenda, Loice, para encontrar otra, Ema. La disposición de esta mujer es indescriptible. Me enseña toda la casa, a pesar de ser grande y con muebles viejos, la tiene limpísima. Me dice 15 $ por la cama en el dormitorio y sin mucho esfuerzo me la deja por 10 $. No tiene casi huéspedes. Puedo quedarme en una habitación de tres camas, que hace las veces de dormitorio.

Mutare es también un lugar con mucha vida, hay una calle principal Main Road, que la cruzan las avenidas: First Avenue, Second Avenue… Como Bulawayo, es totalmente cuadriculada.

Pregunto por un lugar donde comer comida local y me mandan a un restaurante donde por 2 $ degusto este plato de sadza con pollo. Y por 5 rands (algo más de medio dólar) un Sprite. La chica de la caja es majísima, le digo que no sé lo que es alguno de los platos que indica la pizarra-menú y me deja pasar dentro, a la cocina, para enseñármelos. La gente me mira supongo que se preguntan cómo me las voy a arreglar para comer sin cubiertos este plato. Aquí nadie como con cubiertos, y yo no voy a ser más. Así que me pongo a ello. No creáis que es falta de higiene, siempre hay un grifo o una jarra con escupidera para lavarse las manos y todo el mundo lo hace antes y después de comer. Creo que yo soy la que más se ensucia la boca al comer porque yo les miro y lo único que tienen sucias son las manos. Y digo las manos, no los dedos, porque aquí cogen la sima y la ponen en la palma de la mano para darle forma. Y luego la comen. Yo a tanto no llego, así que me apaño con los dedos de una mano. La sima, también llamada sadza, es una pasta con base de maíz, aquí todo el mundo la adora. Más les vale, es la comida principal y a veces la única. A mi también me gusta, pero acompañada de algo y mojan do en la salsa.

Por la tarde deambulo en busca de un lugar con wi-fi. Los dos restaurantes que localizo son hot-spot y se han quedado sin códigos. Es sábado y hasta el lunes nada de nada.

Como es habitual en Zimbabue, la gente se desvive por ayudarme, un chico me da la contraseña de la wi-fi del politécnico de Mutare, que está a un kilómetro, y otro que encuentro luego me acompaña a un sitio donde tienen buena wi-fi por 1 $ por hora. Se llama Dozdo y me cuenta que está estudiando algo parecido a ingeniería civil. Le pregunto por las salidas, ya que veo que veo que aquí se invierte poco o nada en infraestructuras, y me dice que probablemente se tenga que ir a buscar trabajo a Sudáfrica. Mucha gente lo hace. Por lo que tengo entendido la educación aquí es buena, el nivel de inglés altísimo, y por tanto se puede encontrar un trabajo en Sudáfrica, donde se obtiene un salario digno. Dozdo dice que aquí un ingeniero bien posicionado puede ganar en Zimbabue como mucho 1200 $. Ya véis, mileurista!

Voy a echar de menos este país, donde sus gentes me han tratado como a una reina y está lleno de sonrisas y amables personas. Espero, como todos esperan aquí, que las cosas mejores, que se restituya de alguna manera su moneda, que los políticos se preocupen por el bienestar de los zimbabueses, que puedan tener unos precios asequibles a sus salarios y que no se vayan demasiados a vivir fuera, porque este es un gran lugar para vivir. Si tuviera que vivir en África, probablemente mi sitio sería Zimbabue.

Paso por el supermercado a comprar algo para cenar, y cocino en la guest-house mientras charlo con Ema. Tiene 3 hijos mayores de su primer marido, que la dejó y no ha vuelto a saber de él. Ha mantenido ella sola a sus hijos, trabajando en multiples ocupaciones. Luego tuvo otros dos con otro hombre de ascendencia india, por eso sus otros dos niños más pequeños son coloreados, no negros. Pero el hombre falleció por una enfermedad. Me comenta que la escuela aquí no es pública, la tiene que pagar y está subiendo de precio. Suelen ser unos 30 $ pero hay que multiplicar por el número de niños. Sinceramente no sé cómo se las arreglará para vivir y mantener a toda la familia. Aparte de su sueldo, que seguramente es mísero, saca dinero por las prendas que lava a los clientes. Inevitable no contribuir a esos dólares extra. Aunque con penurias a ella se le ve contenta y a gusto con su trabajo. Admirable, no viajer@s?

6 pensamientos en “Viajando en combi a Mutare

  1. Cómo has podido comerte ese plato con las manos MLuz???Me parece imposible!!jeeejeee!!!tendrías que hacerte hecho una foto!! En fin, ya me explicarás!Un beso guapa!

  2. Mujer, ya estoy cansada de verte subir y bajar de autos y combies, comiste la salsa con las manos? y el arroz? o lo que sea? Cuánto hace que estás viajando? Eres como indiana y todas sus aventuras juntas!!!

    • Querida Pato, sí es cierto, casi todos días en combi, y me encanta! La comí con las manos, es muy muy fácil 😉 El total del viaje 6 semanas, pero acabo de aterrizar de vuelta a casa, me hubiera quedado 3 meses más o más, en África!! Ya la hecho de menos!!bsss

  3. Quina bona imatge que has transmés de la gent de Zimbabwe (millor que la dels escocesos, jejeje)! M’han agradat molt les teues entrades sobre este país. Besets!!!

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