Hwange Nacional Park con14.651 m2es el parque más extenso de Zimbabwe y el que más vida salvaje ofrece: 400 especies de pájaros, 107 tipos de animales y especialmente una de las mayores poblaciones de elefantes del mundo. Tiene tres accesos: Main Camp, donde ya estuve aquella tarde con los españoles, Sinamatella y Robins Camp.
Leí algo sobre Sinamatella en la guía, parece que era una de las partes del parque más interesantes por sus paisajes y animales. Decidí ir, o al menos intentarlo. Solo el nombre ya promete. El acceso a Sinamatella es complicado, no hay transporte público en las inmediaciones, ni operadores que ofrezcan acceso de un día o dos . La población más cercana es Hwange y está a unos50 kilómetros. Le pregunté el día antes de irme a Jose Luís si conocía a alguien en Hwange al que pudiera contratar para que me condujera al Parque. Dijo que llamaría al Father Markus, el responsable de la parroquia de Hwange, para ver si el podía contactar con alguien. Por la tarde me dijo que sí que habían conseguido a alguien que me podía llevar pero que no sabía nada más sobre coste, hora, etc.
Intentamos contactar de nuevo con él antes de coger la combi a Hwange pero daba error de conexión, así que me fui directamente a Hwange y buscaría al Father Markus. Eran aproximadamente las 12:30 horas cuando llegué a Hwange, me ayudaron a encontrar la iglesia y allí localicé a Sister Prisca, Jose Luís ya me había hablado de ella. Me atendió y me dio conversación hasta que llegó Father Markus y casi me iba a acompañar a comprar mi almuerzo pero entonces llegó el conductor del vehículo. Resulta que era otro sacerdote quien me iba a llevar. Le pregunté por el coste y me dijo que nada. Qué fuerte! No es que hubieran buscado a alguien del pueblo, sino que ellos mismos se ofrecían a llevarme. Le dije que me dejaran pagarles, y en base a la información que tenía sobre el precio de los Game Drive en el Main Camp, le di 40 $ al final de la jornada. Me despedí de la agradable Sister Prisca y le compré un sombrero, pues venden ropa para celebrar los 50 años de la parroquia. Paramos a comprar algo para comer por el camino y en marcha hacia el safari!.
Peter, como me dijo que le llamara, es un joven cura que se dedica a temas documentación, hizo periodismo. Hacía años que no iba a Sinamatella, así que para él también fue una sorpresa. Recorriendo los casi50 kilómetrosdesde Hwange a esta entrada del Parque nos topamos con una barbaridad de camiones que transportan el carbón de las minas. Hwange es famosa por las minas de carbón, ahora el Gobierno ha cedido parte de la expropiación a los chinos, que gestionan la extracción. Los chinos están en todas partes, aquí se venden muchos productos de China, baratos y mala calidad, ya sabemos. La salida de camiones transportando el producto es constante, los zimbabueses se quejan de que están destrozando la carretera y que deberían para eso emplear el ferrocarril. La carretera es infame, esta destrozada y los camiones levantan una polvareda que nos imposibilita la visión. No quiero imaginar la carencia de medidas de prevención de riesgos laborales de este trabajo y las consecuencias en la salud de los trabajadores. Porque éstos no son chinos, sino locales.
Finalmente pasamos la barrera de Sinamatella y paramos más adelante en las oficinas del main camp. Hay algunos bungalows cerca, pero no parecen muy ocupados, apenas nos cruzamos con un par de turistas en la recepción.
Aunque Peter no conoce al empleado se ponen a hablar en ndebele, y al final me cobra mucho menos que la tarifa normal. Cada persona son 20 $ y el vehículo 15 $, pero la entrada es válida para los tres accesos si no se sale del parque. En total yo pago 30 $. No hay nada como tener contactos ;-).
Un poco más adelante de las oficinas nos asomamos a un mirador. Estamos en una especie de elevación y admiramos desde lo alto toda la planicie, un panorama que abarca 50 km., según la guía. Podemos a lo lejos divisar cebras y algún elefante. ¡Espectacular!.
Nos montamos al vehículo y nos ponemos en marcha. Peter es muy majo y hablador, así que ni un minuto para el aburrimiento. El paisaje es precioso y cambiante. Con su coche NO 4×4 hace birguerías trepando por montañas y atravesando algún puente. Tardamos un poco en ver animales, Peter se impacienta y le sabe mal por mí. Yo le digo que hay tiempo, cuanto más se acerca el ocaso es mejor, aunque solo por el paisaje ya merece la pena venir.
Vemos unos elefantes cercanos y también impalas por el camino, hasta que damos con la Mandavu Dam. Las indicaciones en el parque y el mapa dejan mucho que desear, pero Peter es bastante apañado y da con ella. Era enorme!. En frente de nosotros, en la otra orilla una barbaridad de elefantes y se distingue algún búfalo. También increíbles los árboles muertos anegados por el agua.
Tras descubrir la laguna estamos eufóricos pero más adelante nos encontramos lo mejor: La Masuma Dam. Esta es una pequeña charca en comparación con la otra, pero hay muchos hipopótamos, y lo mejor, están fuera del agua y hay de todos los tamaños. Al momento empiezan a llegar elefantes de todas las edades, algunos preciosos bebes, una jirafa se acerca, la pobre da mil vueltas antes de ponerse en marcha con la compleja y arriesgada operación de beber, y decide irse sin hacerlo. Observamos atónitos los movimientos de los animales. Por fin reparamos en que desde donde observamos hay otras personas, los primeros que encontramos en el recorrido, porque Sinamatella está virgen de turistas. Un matrimonio está apostado con un superequipo fotográfico y los niños en unos bancos tienen todo tipo de dibujos y materiales para pintar. Deben pasar horas esperando los avistamientos y los tienen que tener entretenidos.
Luego llega una familia de franceses. La mujer muy maja se acerca a avisarme de que a lo lejos viene un par de leonas. Informo a Peter, qué sorpresa! Y aún hay más, detrás un montón de cachorros de león y después dos magníficos leones. ¡Es tan emocionante!. De repente los elefantes salen en estampida y cuando nos damos cuenta uno se ha quedado solo. No se separa de la charca, y los leones han tomado asiento y observan. Son muchas bocas de depredador a alimentar, cualquier cosa puede pasar. Pero nos tenemos que ir :-), son casi las 18 horas, tenemos un trecho hasta la entrada y no nos podemos arriesgar a quedarnos dentro. De camino el maravilloso sunset, os he hablado muchas veces de él pero cada uno es diferente y sientes como si se produjera un milagro.
Salimos justo cuando iban a cerrar el parque 18:30 horas, en la carretera de nuevo camiones, no paran ni por la noche y son aún más peligrosos. Llego a Hwange pasadas las 19:30 y es noche cerrada, pero en la renkini (Terminal de autobuses) hay movimiento y me monto a un bus en dirección Vicfalls. Peter se asegura de que tengo mi asiento y cuando está todo conforme nos despedimos. Seguiremos en contacto.
La chica de mi lado es muy maja y charlamos un rato. La pareja de mi derecha va cargada hasta los topes. Me cuentan que son de Vicfalls pero que se han tenido que ir a trabajar a Cape Town. Cada vez que tienen que venir a su casa les supone más de 20 horas de bus de Cape Town a Johannesburgo, luego unas 12 horas de Joburg a Bulawayo y unas 6 horas más hasta Vicfalls. Un trayecto agotador para ver a sus hijos que se quedan con su madre en Vicfalls. Me parece tan duro, que lo de que los jóvenes españoles tengan que emigrar buscando trabajo parece una minucia.
El autobús hace paradas y la gente baja en medio de la nada. Es sorprendente, a veces una mujer con un crío a la espalda y con un buen fardo de trastos. Y sin linterna. Deben vivir en aldeas por la zona pero no sé como darán con ellas. Seguro que lo tienen controlado.
Al llegar a Vicfalls cojo un taxi con el matrimonio de Cape Town pues vamos a la misma zona y finalmente encuentro sitio en Victoria Falls Backpackers donde hay un equipo de españoles muy majo que vienen de Botswana y hacemos puesta en común de África y de las grandes vivencias que nos ofrece.
En definitiva, un día intenso y magnífico. No os parece viajeros ;-)?
Vaya..!!!!…Impresionante día el de Simantella, de verdad. Y la gente es una pasada.
Realmente me preocupa lo de los chinos. No tengo nada en contra de ellos, pero se les debería EXIGIR como a todos los demás. Además de permitirles destrozar el planeta y los derechos humanos, estamos creando una imagen de los CHINOS que esa cultura tan milenaria no se merece. ¿No te parece?.
En fin….Sigue con tu camino, aventurera, y sigue contándonos tus andanzas. Un abrazo fuerte.
Estoy de acuerdo con lo que comentas de los chinos, Alfonso. Yo me quedé alucinada al saber que sus tentáculos habían llegado hasta aquí, pero no olvidemos que nosotros los hemos hecho fuertes. Y lo seguimos haciendo, la gente no repara en comprar cualquiera de sus productos, aun luego criticándolos. Yo en eso me he vuelto más radical, intento no comprar made in China.
Así es su cultura es fascinante, como su gastronomía, su país y sus gentes. No merece la fama que se están ganando.
Gracias por viajar conmigo. Espero te cojas también unas vacaciones, y en el futuro vuelvas a África
otro fuerte abrazo!
Has vist lleons…i no estaven drogats com els de Verger (quan erem xiquets)
Quin viatge…!!!! Mariluz. Hui és el meu darrer dia de treball i la propera setmana a vore un altre tipus de fauna. Gaudix… Visca la natura.
Jajajaja, Jordi, qué bó això dels lleons de Verger!, després de África Verger no te cap sentit!
A gaudir de les vacances, et desitge el millor viatge, pero torna, eh ;-)?
molts besetssss
Por fin encuentro un huequin para saber de ti… Oye, me encanta tu blog!, eso sí que es viajar!. Dan ganas de ir allí a ver la puesta de sol…
Sigue informando…
Yo estube en el.Bioparc.ayer 😛
Guapo, qué alegría verte por aquí!
Pues claro, hay que venir a ver el sunset en África, es algo que hay que hacer en esta vida. Tienes tiempo 😉
muuuchos besos!!
mariluz
Magnífics els elefants (i divertit l’animalet eixe tombat sobre el pilaret)