Mi misión hoy era conseguir la visa de Mozambique. Ayer, aunque era festivo paré en la puerta y el guardia de seguridad de la caseta me recomendó estar allí las 8 horas y así hice y había dos personas esperando. La chica de la oficina de visados no me pidió ni billete de vuelta, ni reserva de las dos primeras noches, ni copia del pasaporte. Simplemente 2 fotos de carnet, el pasaporte y 40 $ por el visado multientrada, un chollo en comparación con los 95 € que me costaba en España sin considerar los casi 20 € de enviar pasaporte. Me dijo que volviera mañana a las 10 horas pero le rogué un poco y me dijo que hoy a las 16 horas lo tendría. Genial!

Me fui a pasear por Harare, con tranquilidad pues tenía todo el día hasta las 16 horas. Seguí las indicaciones de la guía: pasee por los Harare Gardens, cercanos a la embajada. Unos jardines sorprendentemente aseados y bien cuidados, y con gran variedad de árboles. Hasta bambú pude encontrar! Eran alrededor de las 9 horas. Me gustó ver que mucha gente los disfrutaba y otros los atravesaban de camino al trabajo. Nadie diría que por las noches pueden ser peligrosos.

Y luego me acerqué al Parlamento. Me dijeron en la puerta de atrás que diera la vuelta y pidiera un permiso si quería entrar. Realmente no me interesaba tanto, solo quería ver la fachada colonial. Hice un par de fotos al Supreme Court y seguí caminando. De repente alguien grita por detrás y era un tío vestido de camuflaje, un militar vamos. Se dirigía a mí. Me hizo parar y vino corriendo. Me empezó a decir, por no a gritar, que qué estaba haciendo, que si era periodista. Yo le dije que no, que era turista y que estaba tomando fotos al edificio como al resto de la ciudad. El tío estaba atacado, que si estaba prohibido, que eso era una falta importante… Yo le dije que no veía ningún cartel con la prohibición y que por tanto no había hecho ninguna infracción. Pero no se calmaba, me dijo que le siguiera. Madre mía, esto parece serio!. Me mete en el edificio Defense House, algo como el ministerio de defensa. Pensé que lo mínimo que me podía pasar es que me pidieran dinero. Tras las elecciones del pasado 31 de julio y a la vista de los resultados la oposición acusa de manipulación y fraude al gobierno. A continuación se somete el proceso a evaluación por parte de la Corte Suprema, donde en estos momentos dirimen la validez de las elecciones. Debe haber gran sensibilidad al respecto y por esto este despropósito. Había una importante cola de gente en una sala del edificio y me pasa por delante de todos. Aun creo que gritaba o rebufaba. Me mete en una oficina donde había un hombre sentado atendiendo a otros, le explica en shona el desacato que yo había cometido. El hombre, su jefe supongo, parecía tranquilo y no tenía el aspecto de ranger que tenía éste. Parecía razonable. Va y me pide el pasaporte (supongo que para comprobar si mi visa era de turista o trabajo) pero no tenía el pasaporte, ya que lo había dejado en la embajada. Vaya justo el único día que no llevo el pasaporte conmigo! No encontraba tampoco el recibo del pago de la visa. Les enseñé la guía de Mozambique y una copia del pasaporte. El jefe lo estuvo mirando con calma, y me preguntó por las fotos. Se las enseñé y les dije que si quería las borraba allí mismo. Me dijo que por favor, y así hice. Luego se apuntó mis datos y me dejó marchar. El bruto va y me sonreía, qué tío, menudo susto me había dado.

Seguí la jornada pero con cautela, se acabaron las fotos a las instituciones del estado ;-).

Harare, sin ser una ciudad bonita es interesante. Hay que aprender a moverse por ella. Desde Avondale, que es el barrio donde está «It’s a small world» (mi guest-house) hay un montón de taxis compartidos y combis que por 5 rands (1/2 dólar) te llevan al centro. No hay paradas fijas, tú dices donde vas y ellos te paran en la esquina correspondiente. Yo no distingo lo que es un taxi o lo que no y la solución es parar a alguien por la calle y ellos me paran el taxi. Subo en este, mirad como está el cristal. Hay mucho pequeño transporte público así. Es la policía, que los intentan parar para con alguna excusa sacarles dinero, y muchas veces pisan el acelerador para evitarlos y estos les rompen el cristal con las porras. Es tremendo! La policía es corrupta aquí en Zimbabwe y sobretodo en Harare. Parece ser que les han bajado los sueldos mucho e intentan compensarlo ejerciendo su autoridad.

Decido ir a Mbare Musilka, un barrio pobre de la ciudad donde está la estación de autobuses y hay un mercado. La estación tiene fama de ser peligrosa porque dicen que está llena de ladrones, pero como en la Oficina de información y turismo me dice que no hay problema en coger transporte público y que por el día es todo tranquilo pues me voy a la parada de las combis. Os cuento sobre Mbare Musika en el próximo post.

Por la tarde vuelvo a la embajada. No os he comentado como es. Me hacen esperar en una sala donde los sillones están rotos. No me atrevo a hacer fotos después de lo de esta mañana pero son dignas de testimoniarlos. Es estoica a más no poder, parece medio abandonada y por fuera el edificio parece que haya sufrido una gran guerra. La zona de embajadas, lo que sería la zona noble de la ciudad, tiene unas infraestructuras deficientes, mirad en alguna esquina como están las aceras, además de invadidas de vegetación o de basura esperando ser recogida o más bien quemada.

Tras recoger el visado de la embajada, en lugar de coger una combi decidí pasear y así hacer fotos a este impresionante túnel de árboles de la avenida Leopoldo Takawira. Los troncos están plagados de propaganda electoral y se emplean también para otro tipo de anuncios y ofrecimientos.

En una esquina veo unos cubos con una resistencia y me llama la atención. Resulta que en este cruce los están vendiendo. Aquí en Harare en los cruces de dos direcciones importantes hay personas que se ponen en medio de los dos carriles vendiendo lo que sea. En este caso es Tapiwa y su familia. Cuando me ve curiosa me viene a ver y me saluda. Le pregunto y me cuenta que los hacen ellos, compran el cubo y las resistencias, los montan y ya tienen agua caliente aquellos que no tienen acceso a calentador. Me pareció increíble, le pregunto mucho y me cuenta que el que está con el cubo es su hermano mayor, pero que también un hermano pequeño está en la calle que cruza y el otro en la otra. Él se encarga de los periódicos. Me explica que esa es su zona. Le pregunto y resulta que han vendido 4 hoy. El precio son 10 $. Dios que buena noticia me parece! pues no tenía idea de si iba a triunfar el invento, Me alegro tanto por ellos! No le puedo comprar un cubo pero si un periódico, aunque en ningún momento me insinúa que le compre. Le digo que me apunte la calle que si vuelvo a Harare lo vengo a saludar: Leopoldo Takawira esquina con Tongogara. Yo veo que aquí la gente es muy trabajadora, se inventan lo que sea con tal de sacar un dinero para subsistir. De sol a sol poniendo buena cara y ofreciendo cubos, periódicos, lo que sea. Llegando a mi guest-house uno vendía mochos y quería endosarme uno. Me decía que el día no le ha ido muy bien, cuánto lo siento! Le digo que no y me sigue sonriendo.

Tapiwa me dice que no hay permisos porque en realidad no es legal pero que nadie se mete con ellos. Y que desde luego se respetan las zonas, no puede venir alguien y ponerse en su calle, parece que con esto no hay disputas. En otros cruces hay ciegos pidiendo, parece que tienen preferencia.

Como veis, cada día al menos una historia, this is Africa, viajeros  😉

RESUMEN DATOS PRÁCTICOS

Guest-House: It’s a small World

• Dormitorio de casi 20 camas: 14 $
• Comidas entre 5 y 8 $ pero se puede cocinar allí.

Transporte: 

• De It’s a Small al centro: Bajar 10 minutos paseando hasta Avondale Shopping Center y coger combi o taxi compartido por 5 rands.
• Por la ciudad y a Mbare Musika: Transporte público (combi o taxi compartido) 5 rands.
• Taxi privado desde It’s a Small World a:

• Mbare Musika 12 $.
• Al aeropuerto 20 $.
• Contrastad con otros taxistas pues la guest-house se queda una comsión.