Mi desayuno comida en Casa del Río, una locura! Cómo a veces no entiendo bien el castellano de Jamal pues he pensado que era una cosa y era mucho más. Así que intento dar buena cuenta de ello pero es imposible. No os digo lo maravilloso que es comer en la terraza, no hay muchos placeres que lo igualen.
Me pongo en marcha tarde, el calor es importante, callejeo siguiendo el río hasta dar con el lugar donde se bañan los niños, son pequeños locos, estas gentes no conocen el miedo. Hay una pequeña poza con agua que no cubre más que las rodillas, pues ellos hacen ademán de tirarse de cabeza y en el aire cambian a plancha para no quebrarse la crisma. Hay que ver cómo lo pasan, a falta de piscina municipal la naturaleza cubre sus necesidades. Curioso los parasoles de los coches por aquí, para que gastar teniendo cartones por casa. Sigue leyendo