Lüderitz y península

Tras la visita al Kolmanskop hicimos un recorrido por la península de Lüderitz. Empezamos por el sur y fuimos hasta el Díaz Point, llamado así en honor a Bartolomé Díaz, que hizo escala en este punto en su camino de regreso del cabo de buena esperanza.

El camino no estaba nada transitado, a la derecha el mar, y a la izquierda diversos paisajes, una salina preciosa, unas montañas bajas de pizarra, rocas, arena…

Al llegar al faro bajamos del coche atravesamos un puentecito hasta el mirador. Había una islita enfrente en la que se divisaban algunas focas. A la vuelta vimos que junto a nuestro coche había un coche de policía.

El policía hablaba en inglés, nada de africans, las cosas serias en inglés, y decía que había venido siguiéndonos y haciendo indicaciones de que paráramos y el conductor había ignorado sus órdenes. Habíamos excedido los límites de velocidad por el camino y además infringíamos más normas por llevar tapado el cristal posterior del vehículo, cosa que Ronney había hecho para proteger el cristal de la arena y tierra de los tramos de pista forestal. Lo cierto es que a Ronney le encanta la velocidad, y alguna vez le teníamos que decir que redujera un poco. Por el camino nada transitado había ido a sus anchas.

Los dejamos solos porque el policía aparte de duro era un poco impertinente y no queríamos cabrearlo más. Al rato vuelve nuestro guía con una multa de 600 N$. Aunque no parecía demasiado preocupado menuda gracia!. Nos supo mal a todos.

A la vuelta tenemos tiempo libre en Luderitz, yo me voy al centro y visito la casa Goerke, que destaca entre las otras por su diseño algo extravagante. Abren a las 14 horas tengo que esperar y aparece la misma guía que nos había explicado por la mañana Kolmanskop. Si el mundo es pequeño esto más ;-).

 

Goerke ostentó cargos de responsabilidad en CDM (Consolidated Diamond Mines) e hizo contruir la casa. Cuando marchó a Alemania fue adquirida por la CDM y poco después ésta la vendió al gobierno, si bien poco después el gobierno la volvió a vender a CDM por un precio irrisorio con la condición de que la compañía la rehabilitara y se aperturara como museo. En esta población hay muchos blancos, las casas son elegantes, algunas reminiscencias coloniales y bonitas vistas al mar. Parece un lugar próspero y con más personalidad y encanto que Windhoek.

   

Compro algo de comida y me preparo unas judías verdes con bacon y algo más en la guest-house. Nada más acabar de cocinar llega Ronney para llevarnos a la parte norte de la península. Atravesamos el Katutura de Lüderitz, un barrio pobre, que no pequeño, con casas de metal y madera. Algunos puntos de agua y gente en la calle. Aquí en Lüderitz también hay dos ciudades, se repite el patrón de Windhoek. Llegamos a Agate Bay, un área llena de minidunas con algo de vegetación, Ronney puso a funcionar el 4X4 y se metió por las dunas, el paisaje sorprendente y el paseo alucinante sorteando y sobrepasando dunas de arena, hasta que encallamos y hubo que bajar y sacar el coche de la arena. Los expertos en desiertos Adela, Olvido y Paco actuaron. Es increíble oírles hablar del desierto. Han hecho varios recorridos por el Sáhara, incursiones desde Níger, Mauritania y Libia. Dicen que tengo que hacer 15-20 días en el desierto, una experiencia única. Cuentan mil anécdotas. Saben cuando conviene desinflar las ruedas para aumentar la superficie del vehículo, cuando hay que poner matorrales en la rueda para que no resbale el neumático en la arena, y mil trucos más para sobrevivir a la gran aventura del Sáhara. Finalmente conseguimos salir, continuamos el recorrido, divisamos un springbok en fondo verde, y volvimos a Lüderitz ya anocheciendo. Por cierto, pasamos por la factoría de Pescanova, se ve que era cambio de turno y muchísimos trabajadores entraban y salían.

Luego Kyoto y yo fuimos a café con wifi y cenamos en la cocina de la guest-house. Lüderitz es fría, las corrientes de Beguela que azotan esta zona del Atlántico provocan que sea un magnífico caladero de pescado pero a su vez el aire es gélido y constante. Tras la puesta de sol Lüderitz, como buena ciudad Namibia, se desertiza.

Hasta pronto viajer@s….

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