24 horas de tránsito

Mi primer vuelo Valencia-Zurich lo compartí con una americana, Josette Louise, y fue todo un descubrimiento. Aquí me detengo un poco porque la ocasión lo merece ;-). Es una auténtica dama, no había más que ver su vestuario, elegante pero obsoleto, y sobretodo una viajera. Vive en Altea pero en Agosto huye del calor de la Costa Blanca y elige su destino. Esta vez Bielorrusia, donde tiene una amiga. Para llegar allí vuela a Zurich y luego a Dusseldorf, donde coge el vuelo a Minsk.

Ha viajado desde joven y luego, cuando se casó con un holandés se instaló en Holanda y siguieron viajando. Recorrieron Canadá en tren y me lo recomienda intensamente. Cuando su marido falleció decidió trasladarse a Altea por el clima, pues allí no sufre asma. Además le gusta porque hay muchas actividades para la tercera edad. También de vez en cuando viaja a EEUU, ella es de Washington D.C., asfixiante, según dice, por el calor y la humedad de Mayo a Octubre. Para viajar a América lo que más le gusta es montarse en un barco de contenedores. No sabía ni que podían ir viajeros, ya vemos que sí ;-). Dice que son solo unas 12 personas, se come bien, hay mucho confort, y es un viaje muy tranquilo. El único inconveniente es que se tarda dos semanas.

Habla inglés, francés, holandés, alemán, un poco -dice ella-, bastante -añado yo- de español y un poco de ruso. Tiempo atrás se sintió tan atraída por Rusia y su cultura, que quiso ir y en San Petersburgo hizo inmersión total y vivió con una familia rusa. La experiencia fue más que positiva.

Pero no os he dicho lo mejor, me atreví a preguntarle la edad, sabía que me podía sorprender pero no tanto. Cuando me dijo 89 me quedé muerta. Le dije que no me lo creía y ella se reía. Dice que por primera vez este año ha sentido el peso de la edad porque el calor le ha afectado mucho. Afirma que el calor es el mayor enemigo de la tercera edad. Sigo alucinando, me recordó a Mohammed en Laos, recordáis viajer@s?

Dice que le gustaría ir a New Zeland, coincidimos en que debe ser una maravilla. Así son los viajeros, soñando siempre con un nuevo destino ;-).

Llevaba una bolsa de mano, que pesaba lo suyo. Me costó convencerla de que me dejara llevarla hasta que nos separamos en el aeropuerto. Ella es totalmente independiente.

Nos deseamos lo mejor para nuestros viajes y cada una siguió su ruta.

La mía consistía en hacer tiempo y localizar mi sitio para pasar las casi 7 horas que debo esperar a mi vuelo a Johannesburgo. En Zurich me han cerrado mi área donde tenía controladas mesas para escribir y he dado mil vueltas hasta encontrar un sitio donde poder sentarme, me pido una napolitana que me sienta como un tiro en mi estómago y leyendo la guía consigo que se me pasen rápido las horas de escala. Me voy a buscar la puerta de embarque y a las 22:45 despegamos de Zurich con destino Johannesburgo. Aquí de vecino tengo a Ken, es un sudafricano que vive en Cape Town y que viene de pasar varias semanas de vacaciones por Europa, principalmente Italia y Suiza. Entre que no acabo de entender muy bien su acento y que tengo mucho sueño y duermo el 90% de las 10 horas de viaje, no alargamos mucho la conversación, pero es un buen compañero.

En Johannesburgo coincidí con una pareja de españoles que también iban a Namibia pero con un circuito organizado. Fue en el control de pasaportes que había en la zona de tránsito internacional. Fue un absoluto caos, llegamos a un área que estaba llena de gente pero no había ninguna cola, simplemente un montón de personas, y no se veía el final del túnel ;-). De verdad, lo más desastre que he visto en todos mis viajes. Menos mal que tenía casi seis horas de escala que si no menudo agobio, pues no se avanzaba nada. Finalmente y a punto de llegar a la meta aparece una mujer y decide empezar a formar una cola, a buena hora, cuando estamos en pleno embudo. Estoy segura de que había más de 300 personas e iban in crescendo

Tras superar el control de pasaportes y reposar unas horas, al ir a embarcar me coge la chica el billete y al pasarlo por la máquina suena un pitido (como una alarma) y antes de que me llegara a asustar la chica me cambia la tarjeta de embarque y me da una en business class. Así que tuve un vuelo perfecto, a mis anchas, en ventana, sobrevolando Botswana y Namibia y con un menú completo. Pero en este caso no tuve un compañero de viaje simpático ni curioso. Bueno, está claro que todo no puede ser…;-)

Este es mi primer paseo por Namibia, descendiendo para aterrizar en Windhoek, la capital.

En el aeropuerto de nuevo control de pasaportes y recogida de mochila. La mía tardo tanto que me dio tiempo a pensar un plan B en caso de que no hubiera llegado. Al salir, se confirma lo que dice la guía de que no había transporte público desde el aeropuerto, en el mismo mostrador de información me llaman a un chico que hace las veces de taxista.

El chico me dice que en la ciudad hay mejores cambios y que me lleva, y como yo andaba un poco mareada con los cambios pues le dije que sí. Luego pensé que igual me llevaba a un negocio de un colega o a la casa de unos amigos a que me cambiaran divisas, mercado negro total, además le estaban llamando y él intentaba localizar a alguien, así que ya me lo veía venir, pues he visto estas prácticas más de una vez. Yo por si acaso le insistía en que fuéramos a un sitio legal y él me dice que sí, que sí, respuesta típica ;-). Luego me enseña unos euros y me dice si se los puedo cambiar, pues a él le van a pedir un pasaporte y no lo lleva encima. Le digo que lo pienso y después que sí. Espero que no me detengan 😉

Joseph es buen chico, cambiamos dinero, me ha dejado en la guest-house y aunque ya le había pagado y él quería hacer otro viaje al aeropuerto, me ha dicho que se esperaba por si no había sitio y si no me llevaba a otra que había cerca. Luego me ha dado su teléfono por si necesito hacer algún otro viaje. Dice que a Botswana también va, esta cerca, de hecho se suelen comprar ahí los vehículos porque son más baratos. Resulta que el taxi valía dos ochenta, que no son 2,8 N$, lo cual ya me parecía muy poco, si no que eran 280 N$, osea una pasta, pero no había otra.

Dice que al mes gana unos 400 N$, es decir, nos 40€, muy muy poco dinero. Quiere tener un taxi propio, con eso sacará mucho más margen.

Al llegar a la guest-house me he topado con tres españoles muy majos, que andan un poco como yo, queriendo hacerlo todo por su cuenta, Adela, Olvido  y Paco. Adela y Paco ya conocen Namibia y son unos enamorados de África. Hay que escucharlos!! Me encanta ver gente así! Mañana me uno a ellos a escuchar lo que nos cuentan sobre trips organizados la chica que lleva e tema de viajes en mi guest-house.

Luego me he ido a la ciudad, al supermercado a comprar para la cena, yo me estoy haciendo a la idea de que tendré que comprarme un saco de dormir, pues aquí no dan ni sábanas y solo un cubre gordo. A ver como sobrevivo esta noche y mañana decido. El supermarket todo un espectáculo, lleno de negros, pero era hora punta, mucha gente en la puerta intentando vender cosillas, y en cada caja dos personas, una cobrando y otro embolsando, eso no sé si lo he comentado alguna vez, pero lo he visto en otros sitios. Y aun así Namibia tiene un importante porcentaje de paro.

Luego he tenido un incidente desagradable (digo yo que para compensar lo de mi billete en clase Business) y es que me he decantado por otro camino para ir a la guest-house y estaba más que pelado, solo dos chicos jóvenes en la acera y se han parado a pedirme dinero. El chico muy insistentemente y nervioso me cogía el bolso y me estiraba un poco. Ufff, menudo estreno en la ciudad, acababa de leer en la guía que si te atracaban que lo dieras todo sin dudar. Afortunadamente la chica lo tranquilizaba, parecía ansioso, y no llevaban ningún tipo de arma. Al final con 10 N$ me han dejado tranquila, bueno, mejor dicho, he pegado un salto y he cruzado la calle, sorteando el tráfico, por si no les parecía suficiente. En fin, todo queda en una anécdota,

En la guest-house, Cardboax Backpackers, hay mucho ambiente y viajeros diversos. Jimbo es un japonés que está recorriendo el mundo en bici, le costó 2 años y 8 meses venir desde España a Namibia, se bajó en ferry a Marruecos y luego de allí a Mauritania, Guinea, Senegal, Mali….Decidme si eso no es valentía, vosotros que pensáis que yo soy valiente. Yo me descubro…. El va en bici y dice que en un día puede recorrer unos 100 kilómetros,

Pero en muchos sitios de África acampa por el camino, en plena naturaleza, y aquí en Namibia al menos las guías dicen que no se puede acampar por tu cuenta por el riesgo de animales salvajes. Yo le comento esto y se ríe, le pregunto si no ha oído fuera de su tienda de campaña animales rondando por la noche, y me dice que sí y que duerme junto a un cuchillo, yo me asombro….

Otros de mi guest-house recorren Namibia en moto, cosa también destacable, pero que después de lo de Jimbo parece hasta de señoritos.

Es increíble lo que la gente te puede sorprender, esta es una de las mejores cosas de viajar, no viajer@s?

8 pensamientos en “24 horas de tránsito

  1. Por fin noticias… veo que estás bien y con ese entusiasmo tuyo. Estaré atento a lo que vas escribiendo. Suerte y Felicidad…

  2. Que cantidad de cosas cuentas.lo de la americana no parece real,la verdad es que debe estar acostumbrada de joven ,no se por que siempre te encuentras modelos a imitar.
    Hay gente por el mundo muy interesante,los japones deben conocerse todo el planeta,no tienen miedo a nada,se les queda su isla pequeña.
    Lo que veo en las fotos es semidesierto,espero que la selva aparezca por algún sitio.
    Ya contaras si te has comprado el saco de dormir.De que vive la gente de Namibia? hay turismo?Es caro el país?Hay discriminación?…
    Besos.

    • Es verdad mamá, lo de la americana es increíble, mucha coincidencia que me dieran el asiento a su lado, no? 😉
      No mami, aquí no hay selva, Namibia es desierto y sabana mayoritariamente, y es impresionante. En Etosha, un parque natural que visitaremos más adelante, creo que es todo más verde, ya os contaré.
      Por ahora nos han incluido saco de dormir en el pack del viaje, así que con el que me han dado me apaño.
      Hay mucho turismo sobretodo sudafricano, y también alemanes y otras nacionalidades.
      El país tiene ingresos por la venta de diamantes y otros minerales, y también exportan carne. Verduras y frutas y otros comestibles los importan mayoritariamente de Sudáfrica. Es un país diferente.
      A lo de la discriminación te contesto en el post de Katatura. Si que la hay.
      Bssss mil

  3. Ja estic ací de nou per a fer un seguiment de la meua viatgera favorita. Entre que se’m va cremar l’ordinador i que he fet una escapadeta a París, he agarrat un poc de retard però ja he tornat per a posar-me les piles!!! Veig que el viatge ha començat amb tu coneixent gent d’allò més sorprenent per tot arreu, com sempre, jejeje!!! Besets

  4. Nena por favor, el primer capitulo y ya estoy de los nervios. Que interesante todo lo que cuentas y eske no hay nada como viajar. Tomo nota de todo que Namibia es uno de mis destinos pendientes. Yo vi el cápitulo de Españoles en el Mundo que comentas sobre Namibia y fué espectacular. Aprovecho que me quedo sin vacaciones de verano para viajar contigo a traves de tu bloc, genial !!! Cuidate mucho.

    • Jajajaja, pues nada, te iré contando. Por ahora ya ves que increíble y con gente estupenda ;-).
      Cómo que no te vas por ahí? Te reservas para cuando hay menos turismo?
      Bueno guapa, pues encantada de verte por aquí
      Bsss

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *