Tenía dudas sobre el recorrido que hacer. Después de pagar los sangrantes 85 pesos por 12 kilómetros en una minivan (aquí en Ushuaia es todo carísimo, para empezar no hay transporte público apenas y cualquier salida que quieras hacer por tierra o por mar, tiene que ser a través de un tour organizado) paramos en la entrada del parque para pagar los otros 85 pesos de entrada. (solo si eres no Argentino, claro ;-.)! Yo estaba indecisa sobre qué recorrido hacer, pero allí estaba Gabi para sacarme de dudas, pues cuando le preguntaba al chofer ella intervino y me dijo que le habían recomendado el recorrido por la costera. Así que nos pusimos a hablar y ya nos encaminamos juntas al inicio del camino. Gabi es mexicana y nos unen demasiadas coincidencias ;-). Vive en Curitiba, justo uno de los lugares por los que yo pasé en Brasil. También es ingeniera industrial (está expatriada en Brasil y lleva 3 años allí), le encanta Río ;-), viaja sola, su hostel en Ushuaia está a una cuadra del mío, llegó a Ushuaia casi a la vez que yo y su vuelo de salida de Tierra de Fuego es 15 minutos antes del mío. Es genial, me recuerda a mi Eva de Sri Lanka!
Los paisajes por la senda que elegimos fueron espectaculares. Teníamos de todo, costa, bosque, monte bajo…. Los paisajes a cada paso eran diferentes, de repente una calita con árboles, otra cala solo con rocas, tan pronto pasábamos por bosque con mucha vegetación, como avanzábamos un poco por la senda y nos encontrábamos rodeadas de un bosque de árboles secos….Alucinante! No recuerdo haber visto nada igual antes paseando por un mismo lugar. Nos reencantó ;-)!. Sobre Ushuaia tenía unas expectativas muy raras pues me había encontrado alguna persona despagada con Tierra de Fuego. Yo no sabía muy bien qué esperaba y la verdad que me gustó mucho todo lo que encontré. Seleccionar estas fotos ha sido uno de los trabajos más duros, creedme viajer@s. Todas me gustan, y es que las vistas son hermosas de norte a sur y del este al oeste. Decidme vos si no ;-).
Os preguntaréis que es ese anillo que tienen algunos árboles alrededor del cuello. Pues no se trata de ningún elemento decorativo, es algo más sorprendente. Resulta que existe una especie de hongo parásito llamado Pan de Indio o Llao llao, que se adhiere al árbol e intenta chupar su savia para alimentarse de ella. Y la naturaleza, sabia siempre, permite que el árbol genere esta especie de nudos que son de madera, al igual que el tronco, para alejar al invasor de la savia. No es increíble? Por cierto, se le llama pan de indio porque el fruto del parásito, unas pelotitas amarillas era un alimento típico de los yámanas, los nómadas que habitaban estas tierras y de los que hablaremo más adelante. Cuánto aprendemos viajando, verdad ;-)?
Lo que bautizamos como cementerio de árboles
El lago y los cisnes de cuello negro