Buenos Aires de los reencuentros

Decidí que me iba al Cementerio de Recoleta: el famoso cementerio de los ricos. Visita obligada a tenor de las guías y recomendaciones de viajeros. Me fui caminando. Hacía un intenso calor, buscaba la sombra desesperadamente…

Entré en la Iglesia del Pilar que estaba pegada al cementerio. Era una capilla sencilla, pero cálida y bonita, a la salida me encontré esto. Un poco de revisionismo, algo que aplicar… ya lo incumplo por guardarlo ;-). Habrá que empezar….

Sobre el cementerio qué decir, es interesante, no tanto por sus dimensiones sino por las esculturas, pero no era exactamente lo que me esperaba… No sé qué imagen me había forjado pero me lo esperaba si cabe más grandioso. Algunas tumbas importantes son  las de Domingo Faustino Sarmiento (Presidente de Argentina muy admirado. Apostó firmemente por la educación), Nicolás de Avellaneda (otro Presidente bien valorado)  y como no, la de María Eva Duarte de Perón (Evita) con una de las tumbas más sencillas, pero la más decorada y acompañada.

    

Pero no todo es esplendor, llama la atención el abandono de algunas de las criptas, se caen a trozos, las hierbas salvajes amenazan con engullir la estructura, vidrios rotos, puertas entreabiertas…. desolador. Pregunto a unos empleados y me dicen que hay gente que seguramente desconoce que alguien de los suyos reposa aquí y otras no pueden o quieren asumir el nada despreciable coste de mantenimiento.

 

Me recuerda al cementerio judío de Varsovia, allí si que había absoluto abandono de las tumbas, no había judíos que cuidaran los pezados de tierra de sus antepasados. Era tan salvaje…que me encantó. Pero aquel era todo igual, sin embargo aquí, en Recoleta, el contraste entre las cuasi obras de arte y las tumbas arruinadas asombra.

Al salir me acerqué paseando a la Avenida Alvear. Me esperaba algo como la Avenida de Foch en Paris, para mi una de las más elegantes y distinguidas del mundo, pero nada que ver. O hay que andar mucho, y en sentido contrario al hostel, o no es para tanto. Cruzar una calle aquí es un paseo hasta la otra acera. Cerca es lejos, así que no avancé demasiado, y entré a cotillear en el hotel Alvear Palace, que es lo más llamativo que tenía al alcance. Pedí educadamente permiso para introducirme y uno de los empleados me contestó «por supuesto», me mostró el patio estilo andaluz y me insistió en que entrara aunque había clientes comiendo. Era precioso, luego se ofreció a hacerme unas fotos. Todo un gentleman ;-).

Antes de volver al hostel entré en el Museo de Bellas Artes. Casi todas las obras de arte son pinturas, tienen unas pocas obras de todas las épocas y estilos. Entré buscando los impresionistas y encontré unos lienzos soberbios y además otras sorpresas. Descubrí un Sorolla magnífico, «La vuelta de la pesca». Casi todos los son, pero este me impactó por lo inesperado y por su luminosa belleza. También unos cuadros de Goya sobre la guerra y algunos de sus bocetos.

Seguí recorriendo salas, pero estaba cansada y pasaba por alto muchos cuadros. De repente…. una escultura, allí estaba frente a mí la obra que más me impactó, por su tamaño, por la blancura de su mármol y sobretodo por lo que transmitía..»El Beso» de Rodin. La hemos visto mil veces en fotografías, archiconocida y nombrada pero nada iguala el verla. Me quedé clavada, cómo explicarlo….era tan real…, brutalmente real, se me removió el estómago…Si hubiera un banco junto a ella, aun estaría allí…. Es lo más parecido a un beso, tiene vida…petrificada pero viva…

Salí de nuevo a la Avenida Libertador y volví paseando al hostel. No os he hablado de Celia. Celia es una porteña de unos 70 años, aquí la tenéis. Duerme debajo de mi litera y vive temporalmente en el hostel. En realidad vive con su hija en Salta pero lleva meses en BsAs porque está reformando un pisito que tiene por esta zona. Me recogió todos mis trastos, me dobló la ropa y la puso toda aseada sobre mi cama, que ella misma me hizo. Me harté de darle las gracias pero ella no las esperaba. Le encanta hablar con viajeros, nos llevamos muy bien. Cuando le dije que me iba a otro hostel, sé que lo sintió de veras. Me daba pena dejarla, quedamos en escribirnos. Al volver de mi recorrido eran aprox las 15 horas, iba a buscar algo para comer pero ella quiso compartir su comida conmigo. Y fue como comer en casa, un arroz con pollo y tomate exquisito.

Recogí mis trastos, me despedí de Celia y del resto y me fui a descubrir el Play Hostel, en Calle Guatemala, barrio de Parlermo. La entrada era minúscula, era una casa antigua reformada, las habitaciones alrededor de un patio interior, alegre y soleado. Me encantó el lugar. En mi habitación de 10 camas era la única chica. La mayoría jóvenes estudiantes universitarios de Colombia. Me cuentan que es más barato estudiar en Argentina que en su país. Al parecer ofrecen pocas plazas públicas para la demanda que hay y luego la universidad privada parece inaccesible. Con lo cual estudian aquí y viven en el hostel porque tampoco les resulta fácil conseguir una vivienda de alquiler.

Por la tarde me puse mis mejores galas 😉 para el concierto de Toni Lebrero, recomendación de Nico. Quedamos en el Mercado de las Pulgas, yo tenía que andar varias cuadras para coger el bus y por el camino conocí a Luis, otro porteño más que simpático. Andaba buscando una discográfica, no le pude ayudar pero charlamos un rato.

Nico vive temporalmente en las afueras de Buenos Aires, en casa de la familia de un amigo. Bueno ahora ya es su casa, porque se ha integrado totalmente, no me extraña, él lo hace todo fácil.

Paseamos por el mercado cubierto, viendo cosas sorprendentes, antiguallas de todo tipo: bañeras, mobiliario obsoleto pero con encanto, lámparas estrambóticas, rótulos luminosos…Luego nos acercamos  al parque de Mafalda, recuerdos infantiles.. Los pequeños pero sabios personajes tienen aquí su monumento, Felipe, Guille, Manolito..todos acompañan a la pequeña mayor. Después anduvimos algunas cuadras hasta llegar a Palermo y localizar una zona  con bastante ambiente en una tarde de verano. Bares, tiendas, personas…Nos decidimos a parar y tomar una cerveza en una terracita.

Pero empezaba a llover, decidimos entrar y comer algo dentro y esperar que amainara porque teníamos por delante unas 15 cuadras de paseo. Pero todo lo contrario llovía cada vez con más intensidad, en un rato las calles estaban inundadas, luego me enteré que Parlermo, donde estábamos, era una de las zonas con peor infraestructura de desagües y cuando llovía todo se inundaba. Doy fe!. Intentamos tomar un taxi pero todos ocupados…no había otra, teníamos que andar y mojarnos. Nos calamos hasta los huesos, lo importante es que las cámaras no se  mojaran, nosotros ya nos secaríamos. Pisar charcos ya era algo normal, no recuerdo una chopada igual y seguíamos andando, una y otra cuadra. El mapa de Nico era casi una pasta, nos lo tomábamos a risa pero ya queríamos llegar, no sé ni cuanto andamos. Al llegar éramos los primeros. El Café Vinilo, un sitio supercuco, imaginad nuestro aspecto que al entrar enseguida nos hicieron pasar para secarnos y nos invitaron a algo caliente. El concierto fue atípico, algo distinto, al principio extraño, muy raro el tipo, para empezar iba con un chalequito y unos shorts, como lo oís, un loco simpático y empático. Luego salió el resto de la banda, se animó el concierto, me gustaba más la variedad, bajaron a tocar junto al público, rompedor de esquemas este Toni Lebrero….

Tuvimos que salir un poco antes de que acabara porque Nico tenía que coger el último tren. Compartimos taxi y me dejo en mi hostel. Estamos en contacto, ok? Claro! le dije. Y me bajé del taxi. Me hubiera ido con él a Uruguay ;-).

4 pensamientos en “Buenos Aires de los reencuentros

  1. Hay que ver que bien te explicas y que bien te expresas.Leyendo la visita del cementerio es como recordar mi visita a ese lugar pero sin tanto calor.

  2. Ay nenita..me has hecho viajar de nuevo a Buenos Aires..me encanto!!! Argentina es un pais maravilloso..lo recuerdo como uno de los mejores en mi vida..y me encanta pq me has hecho volver de nuevo..y QUE BIEN ESCRIBES!!!!!!!!!! vamos..q te has conectado con tu lado creativo..y yo perdiendomelo..:-)

    • Gracias guapa. Sí, Argentina es GRANDE en muchos sentidos. Ya sabes, cuando quieras estoy por aquí, en la llamada 😉 encantada de encontrarte aquí!! bsssss

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