Según dice la Lonely, el Parque Nacional de Chobe que comprende unos 11.000 m2, es zona protegida desde 1968, y actualmente es una de las mayores atracciones turísticas del país. Tras visitarlo, aunque ya me habían avisado otros viajeros, entiendo por qué: está absolutamente repleto de animales!
El mejor momento para visitar Chobe es en la estación seca, de Abril a Octubre, que es cuando los animales se concentran alrededor de las pozas para beber. Osea que hemos acertado con la fecha ;-)!.
Chobe se divide en cuatro áreas: Chobe Riverfront, la más accesible y la que mayor concentración de vida salvaje presenta Nogatsaa/Tchinga, Savuti y Linyanti, estas tres solo son accesibles sólo en 4×4.
Yo me embarqué con Kalahari Tours, recomendación de mis italianos de Maun, en el Safari por Chobe Riverfront por 285 $ que incluía paseo en barca por el río Chobe, noche en tienda de campaña en el parque y dos días de Game-Drive, con toda la manutención incluida. No es nada barato, pero aquí todo es caro y no hay otra alternativa que salga el día siguiente de mi llegada. Así que lo cojo.
Me asusta que al llegar a las 9 horas a la puerta de Kalahari Tours me digan que el grupo es de casi 30 personas, pero me tranquilizo al saber que a dormir solo nos quedamos 10 personas.
Comenzamos el día con un paseo en barca por el río Chobe. A la izquierda Kasane y el parque nacional de Chobe, a la derecha el Caprivi, la estrecha franja al noreste de Namibia. El río actúa de frontera natural entre ambos países.
La parte de Botswana es parque nacional, no es lo mismo en el caso de Namibia, de hecho se ven algunas construcciones bajas. El guía nos dice que al ser parque natural en Kasane no les es permitido pescar, sin embargo en Namibia sí, y que a veces los pescadores cruzan a Kasane para venderles el pescado de su también río.
Los animales no entienden de fronteras ni países, así que ellos cruzan el no profundo río y campan a sus anchas por Namibia y Botswana.
Desde el minuto cero divisamos animales: hipopótamos, (por fin uno fuera del agua! son preciosos, tiernos pero bestiales, e inmensos), elefantes atravesando el río con los dos tonos que adquieren cuando están en el agua, cocodrilos…Mirad en la octava foto como estos últimos son capaces de mimetizarse, en la foto hay dos, uno a cada lado del río y casi no los podréis apreciar. Chobe está lleno de impalas, los pequeños antílopes color marrón claro.
También divisamos un león que acababa de dar por terminada su presa y se retiraba del lugar de la cacería, dejando campo libre a los buitres. (momento recogido en las fotos de abajo) El paseo fue apasionante, sin parar de admirar vida salvaje.
En el almuerzo, que fue un bufete delicioso, conocí a una familia de franceses que viven en el Congo. La pareja se ha embarcado en un proyecto de voluntariado auspiciado por el gobierno francés en el que se comprometen a no percibir ningún ingreso en los dos años que dura el trabajo. Por lo que me cuenta del Congo, y sorprendentemente, no ha mejorado mucho, se mantiene parecido a como lo presenta Reverte en su libro Vagabundo en África editado en 1.998.
Tienen 3 niños y dice que están contentos, juegan en la calle todo el tiempo con los niños congoleños, aunque cuando sean un poco más mayores se complica porque en la universidad los profesores apenas cobran su salario y tienen que subsistir exigiendo dinero o sexo para pasar de curso.
Dice que Kinshasa es una ciudad rota, y que todavía hay conflicto al otro lado de la frontera. Las infraestructuras son absolutamente demenciales y navegar el río Congo sigue siendo peligroso. Me quedo boquiabierta con todo lo que me cuenta. Recuerdo las ganas que Paco tenía de ir al Congo, seguro que lo disfrutaría. Debe ser inigualable.
Comenta que ellos viven con la gente, que no coinciden con otros extranjeros, porque los que hay son expatriados y viven en zonas especiales dotadas de máximas medidas de seguridad…en una isla en medio del conflictivo Congo.
A pesar de que la alimentación es dura, apenas hay carne y el pescado casi siempre es salado, habla con ilusión de esa gran experiencia. Los admiro, qué maravillosa forma de educar a sus hijos!
Menudas fotos MLuzzzz!!!!!
Cuanta belleza salvaje!! Impresionante lo de los cocodrilos! no imagino la sensación que tienes que sentir teniéndolos tan cerca!!
Un besazo!