Caminito, nombre de tango, no decepciona. Adoro el color y eso no falta. Es demasiado turísitico, exageradamente, cierto, pero se le perdona, hay que ir. Sabréis que está en el barrio de La Boca, al sur de la ciudad y una de las zonas más pobres e inseguras, aunque yo no aprecié nada de eso, pues me ceñí a los puntos turísticos. A mediados del S.XIX llegó una oleada de inmigrantes españoles e italianos al barrio, que acabaron trabajando en las plantas y almacenes de empaquetado de la famosa carne argentina. Se alojaban en pequeñas casas con tejados ondulados de chapa, llamadas conventillos, y al parecer comenzaron a pintarlos por la influencia de Quinquela Martín, un pintor de mucho nombre y muy querido por los porteños, que vivió, pintó y amó esta zona. La misma que ahora alberga un museo con su nombre, donde se conservan sus obras.
Caminito y San Telmo
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