Chimanimani en las montañas

Aunque me hubiera quedado algún día más en Mutare, tenía los días justos, así que a pesar de que me costaba, tenía que despedirme de Ann’s Lodge y de la monada y gran habitación que tenía para mi sola y trasladarme a Chimanimani. Y también dejar a Ema, la principal responsable de que me sintiera como en casa ;-).

No madrugué demasiado y puesto que la terminal de autobuses para ir a Chimanimani era distinta y más lejana que la de Harare, y además me dolía un poco el pie, cogí un taxi. Esta vez John si que vino a tiempo, de hecho estaba en la casa, es parte de la familia. Se disculpó y todo eso y me llevó a la estación. Junto a la explanada que hacía las veces de terminal de autobuses (mayoritariamente combis) había varios mercados. Por una parte uno de todo tipo de utensilios en el que unos señores me riñeron un poco porque hice unas fotos, no era mi intención ofender.. Y luego el magnífico mercado de alimentos, fundamentalmente verduras y frutas, que desde lo alto se veía con un colorido espectacular y atiborrado de gente. Le había pedido permiso al chico que gestionaba los billetes de la combi para hacer la escapada al mercado dejando la mochila grande en el vehículo, y me había dado 10 minutos. Por miedo a que se fueran sin mí (y de nuevo con mi mochila ;-)), cumplí el tiempo pactado y aún tuve que esperar un buen rato en la combi a que se llenara. Me salí fuera del vehículo para ver el ambientazo de la estación a estas horas: las 8:30 h. Por supuesto la única blanca en las inmediaciones… Y saqué la cámara. A la vez que charlaba y hacía fotos a la gente, preguntaba a los que se acercaban a la combi si venían a Chimanimani, tratando así de contribuir a reducir el tiempo de espera. Porque como bien sabéis aquí se sale cuando el vehículo está lleno, ni un minuto antes!

 

Los zimbabuenses, una vez más, me compensan la espera ofreciéndome la mejor de sus sonrisas y esa curiosidad espontánea y sana que tanto me divierte. Me piden fotos y me dejan a sus críos. Me atrae como un imán ese frigorífico desconchado que con toda seguridad todos nosotros, viarj@s, hace tiempo ya hubiéramos considerado inservible. Me maravilla la larga vida de los productos, no hay obsolescencia programada que valga ;-). Aquí saben menos de sostenibilidad que nosotros, pero aplican el concepto constantemente. Apenas en esa nevera-gran lata se aprecian las letras de la todopoderosa Coca-Cola, presente en todos los rincones de este país. El gigante americano no pierde oportunidad de convencer a los zimbabuenses  de invertir esos escasos dólares en un sorbo chispeante, y no digo frío porque las sufridas neveras no  consiguen a menudo esa sensación de frescura con la que asociamos la  archiconocida bebida. No hay lugar donde la multinacional no tenga una enseña. Sin que vea la necesidad de su consumo en estas lindes, tengo que decir que aquí la clásica botella de cristal se puede conseguir por 0,5 $, lo cual permite compatibilizar su adquisición con estos ínfimos salarios. Y mentiría si dijera que me disgusta el contraste de esas fascinantes botellas, tamaño gigante sobre fondo rojo intenso, apoyadas en esas pobres y descascarilladas paredes..

Finalmente salimos. Eran ya las 10 horas y llegué a Chimanimani a la hora de comer. Buscaba Heaven’s Lodge y un señor de la combi enseguida me orientó del camino a tomar. Había que andar unos 700 metros hasta dar con la casa. Al llegar me encontré una casa con posibilidades pero destartalada. Estaba desierta, nadie en la recepción. Me da que voy a estar sola…. Aparece un chico y luego el señor que lleva la casa. Me enseña el dormitorio. Es aceptable pero la casa está desolada y medio rota. Por supuesto no hay más viajeros. Me bajo a comer al pueblo, el hombre me recomienda un restaurante. Son cuatro casas y lo encuentro fácilmente.

En el restaurante pregunto por Luke, que en sus ratos libres hace de guía en las montañas. Es un tío muy majo y me informa de todo. Creo que no voy a ir a las montañas, es muy caro, unos 100 $, además, y no menos importante, me duele el pie y son varias horas andando y cuesta arriba, como era de esperar en una montaña. Decido ir a ver la Bridal Fall y luego ir con Luke a la Greenmont. Luke me da la idea y me acerco a la oficina de los Parques Naturales, les pregunto si saben de alguien que me pueda llevar a la cascada y un oficial mayor me dice que me puede organizar transporte. Es que me encantan! Son espabilados y no pierden oportunidad de ayudar y ayudarse 😉 Un dinerillo extra que se llevan para completar sus paupérrimos salarios. Tras negociar un poco, siempre de buen rollo, les pago 6 $ por llevarme, esperarme y traerme. El chico al que encomiendan la misión es muy majo (no me apunté su nombre, qué rabia!) y charlamos todo el tiempo. Me dice que un empleado público que trabaja para la gestora de los parques naturales gana unos 300 $. Me escandalizo, es indignamente bajo! Pero él me sonríe y lo asume con resignación. Milagrosamente se las arreglan. El camino hasta la Bridal Fall es asombroso, de nuevo salpicado por árboles de múltiples colores, pero la cascada no lo es menos…. Sencillamente es espectacular. He visto montones de saltos, acabo de ver las cataratas Victoria y me quedo anclada frente a esta. Tiene algo distinto, me pregunto qué….

Es esa roca, esa negra piedra escalonada y el dibujo de las aguas, ese trenzado mágico…y ese ambiente tropical que la rodea. Es magnifica y te conquista irremediablemente. Además no hay que compartirla con nadie. Ella y yo….Si hubiera ido sola me hubiera quedado horas, pero mi conductor me esperaba y además quería subir el Greenmont con luz, así que con verdadero esfuerzo, tras un paréntesis sin tiempo, me separé de ella. Creo que tiene algo que te hace sucumbir y no la puedes olvidar. Solo buscas su silencio rítmico….

 

Luego escalo con Luke Greenmont, aunque una parte esta quemada y parte de la vista está mermada debido a una espesa niebla, los paisajes son preciosos. Luke es un tío estupendo, sabe mucho y le encanta hablar de su tierra, Chimanimani, y de su país, Zimbabue. Quiere montar una empresa turística pero el problema es que no hay turistas en esta zona. No lo entiendo, le digo!. Hubo un tiempo en que había muchos turistas, pero con la independencia, la ascensión al poder de Mugabe y la política antiblancos los turistas dejaron de llegar, y no ha habido forma de recuperarlos.

Y él es crítico con el gobierno, dice que Mugabe se resiste a dejar el poder, incluso ahora que está moribundo, porque sabe que sería juzgado por las matanzas de debeles. Luke confía en que llegue la democracia. Duda de que fuera buena idea que Mugabe echara a los blancos, aunque yo creo que sí, la idea no era mala, el problema es que no se planificó qué hacer después.

Bajamos, compro sadza con beef en el take away, me despido de Luke deseándole suerte con su empresa y con un hasta pronto, pues volveré a subir esas montañas. Y me voy a Heaven’s Lodge donde ceno y me acuesto pronto. Menos mal que vive la familia del señor que cuida la casa, porque si no el lugar resultaría un poco tétrico. Me dice que tienen que acometer algunas reformas, le animo con vehemencia a que las haga. Si no, no hay backpacker que repita noche.

Al día siguiente me voy a Masvingo para alcanzar el Great Zimbabue. El señor de la casa me ha recomendado estar a las 6 horas en la carretera, por tanto debo levantarme algo antes de las 5 horas. De nuevo madrugamos, viajer@s….Ahora a reponer fuerzas.

6 pensamientos en “Chimanimani en las montañas

  1. Hola, me llamo Toni, ayer conocí a Javi, me dijo que te conocía pero no recuerdo bien si tenía algún parentesco contigo, creo que sí. El caso es que me hablo de tí y tu blog y echándole un vistazo me ha dado mucha envidia tus viajes, sana, envidia sana, jejejej. El caso es que si no te importa y me puedes pasar alguna dirección de correo para enviarte un privado y comentarte unas cosas de viajes pues estaría genial. Mi dirección es tononbass@hotmail.com o en el facebook Tonon bass.
    Muchas gracias y saludos!!

    • Toni, encantada de conocerte!! Javi algo de parentesco conmigo tiene pero más con lallamada. Él es el padre de la criatura, de este fantástico blog 😉 de algo más que viajes. Gracias a él mis viajer@s pueden seguirme. En fin no me quiero olvidar de decirlo, merece más que estas palabras, siempre que lo necesito lo encuentro. Aquí, en Asia, África….;-)
      Bueno, volviendo a lo tuyo, claro que te escribo y comentamos sobre viajes!!
      1abrazo! mariluz

  2. Hija,que bien escribes y que bien te explicas.Ya sabes que me gusta que describas paisajes pero que tambien que escribas sobre sus gentes,como viven y como son sus expectativas de vida.
    Por lo que cuentas,son alegres y facilitadores,aunque no dispongan de comodidades.
    Un abrazo

    • Gracias mamá. Sí, son así, gente sencilla. Tienen poco pero a veces pienso que tienen más que muchos de nosotros. Y son encantadores… disfrutan ayudando!!!. besossss

  3. Gracias x copmpartir estos lugares tan hermosos, estoy leyendo un libro q la historia se desarrolla en Africa y de verdad me encanto ver las imagenes de los lugares q tan solo me podia imaginar, leer de sus costumbres y sus personas! espero algun dia poder conocer tan bellos lugares

  4. Hola Azar, no sé de donde eres ni cómo has llegado hasta aquí pero bienvenida a lallamada. Por supuesto tienes que ir a África, te enamorarás de ella! 1abrazo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *