Tánger, mis deudas y Al-Andalús

En busca de Melting Pot

El bus me dejó lejos del centro, desde allí había que coger taxi hacia la Medina. Era domingo por la tarde, mucho tráfico, imposible encontrar uno libre. Aunque son compartidos, son pequeños y a diferencia de otros lugares en África con capacidad limitada: sólo 3 pasajeros. Una chica a la que pregunté se brindó a ayudarme. Ella paraba a alguno y le preguntaba si iba a la Medina, pero nada, no había suerte. Tardamos una hora en dar con uno. Sé que ella hubiera podido estar una hora más ayudándome, es increíble lo que me pasa, veía su satisfacción al ayudar. Al despedirnos la chica me pregunta por mi móvil, como aquí no lo uso le pido el email. Con el coche parado y las personas dentro esperando, ella tranquilamente busca su email para apuntármelo. Nadie protesta, ni conductor ni pasajeros… Me ponía en situación en España, me hubieran montado un pollo que no veas. La chica no tenía ninguna prisa. Sigue leyendo

Las casas de la medina

Punto de partida: la Gran Mezquita

Juan me propuso visitar varias casas de la medina. Como ya os he dicho es arquitecto técnico y ha trabajado elaborando un catálogo de alguna de las más notables casas. Confirmo que la fortuna me persigue, esta es una oferta irrenunciable y absolutamente única. No solamente el acceso a las casas, sino disponer de un profesional como guía.

Quedamos en la Gran Mezquita, Juan no tenía muy claro que yo pudiera llegar sin vagabundear demasiado y se ofreció a recogerme, pero le dije que no. Me quería poner a prueba a mi misma y ver si era capaz de llegar desde Hotel África a la Gran Mezquita. (los planos de que dispongo no recogen el entramado de la medina). Y lo fui! y más difícil todavía… sin preguntar a nadie ;-). Por el camino pasé por la calle de los desayunos, un callejoncito lleno de pequeños puestos con oferta diversa para el tentempié matutino y me paré para degustar un maravilloso zumo y unas magdalenas. Sigue leyendo