Comienza el viaje y para ambientarme me recoge Sergio un taxista uruguayo, muy amable y me da varios consejos para moverme tranquila por su tierra. El madrugón ha sido digno de una gran viaje, a las 3:50 me he levantado, y a las 4:35 ya estaba en el aeropuerto. A las 5:30 el primer encuentro. En la zona de embarque me llaman, es Macarena (clienta y amiga) que se va de viaje de novios, con su chico (ahora marido) Carlos. Cogemos mismo vuelo vespertino a Madrid y luego a la misma hora ellos van a San José Costa Rica y yo a Sao Paulo. Así que pasamos las 4 horas de espera en Madrid juntos, a ratos charrando y a ratos durmiendo. Muy majos!. Todos con grandes expectativas de nuestros viajes. Seguro que no nos defraudan ;-)).
Finalmente nos separamos yo subo a mi vuelo y casualmente en mi zona de pasillo coincidimos tres españoles que volamos solos: Antonia, una mallorquina que se va a reunir con su novio brasileño en Iguazú y Álvaro, un madrileño que vive en Petrer y que va a conocer Matto Grosso (el oeste de Brasil) de la mano de unos amigos que lo recogen en el aeropuerto. Bueno, pues hacemos piña, nos ponemos un poco al día de nuestros viajes y nuestra vida y nos echamos unas risas. También intervienen la vecina de Antonia, una brasileña que viene de Londres y con un acento inglés estupendo y una señora brasileña que se ubica cerca de Álvaro y que nos da un montón de conversación pero que pillamos a medias. Luego saco mi queso y jamón que me dieron mis padres el día de Navidad y no veáis el éxito del tapeo ;-)) pues la comida fue floja y fría.
A mi el vuelo, entre la dormida, lo cómodos que estamos pues no está lleno y la conversación, se me pasa super rápido. Son 11 horas pero para mi nada pesadas. A excepción de algunas zonas con importantes turbulencias el vuelo tranquilo.
Lo movidito llega al bajar del avión. A partir de entonces es un no parar ;-). Llegamos con un poco de retraso y Álvaro tiene que coger su vuelo enlace a Mato Grosso pero tiene que recoger la maleta y facturar de nuevo y todo en una hora. No permiten aquí facturarlo para un destino interno desde origen, hay que coger la maleta sacarla y volverla a facturar. Una historia porque se pierde mucho tiempo. Antonia y yo decidimos ayudarlo. Él aunque resuelto y haciendo sus pinitos con el brasileño, no controla mucho inglés. Salimos los tres escopetados del avión, ellos se van a la zona de conexiones pero no era lo correcto pues han de coger la maleta, en fin, los nervios…. Les cuelo en mi cola de control de pasaportes. Esto es Brasil, no Japón ;-), por eso puedo hacerlo pidiendo permiso a la agente que me está atendiendo.
Pasado el control nadie nos ayuda, todo el personal dice que hay que coger la maleta y punto. Además la maleta de Álvaro como era de esperar tarda un montón. Antonia que ya tiene las suyas sale corriendo a buscar el mostrador de facturación de la compañía y pedir que esperen a Álvaro. Queda menos de una hora y luego no hay otro vuelo. Al final sale la maleta de Álvaro y corriendo llega al check-in, Antonia había conseguido que esperaran tras insistir lo suyo.
Así que dejamos a Álvaro que coge el vuelo temblándole aun las piernas, y Antonia me acompaña a coger el bus tras haber cambiado los primeros reales y coger algo de información en la tourist info. Me dice la chica muy amable que tenía que haber reservado pues puede que no haya sitio en la pousada (aquí es el equivalente de las guesthouses en Asia). Así que empezamos bien! Total que entre unas cosas y otras cojo el bus a las 22 horas hacia el centro. Menos mal que he decidido no quedarme en la zona del centro histórico porque según la guía por la noche no es muy recomendable andar por ahí. Me voy a la zona de Brigadeiro y aunque los del bus al subir y ver la nota con la dirección de la pousada y me dicen que sí, que me avisan, resulta que en la última parada se hacen los suecos totales y no tenían ni idea de donde está el sitio. Por supuesto ningún otro viajero al que pedir ayuda, ya han bajado todos. Además les digo que me ubiquen en el mapa y bueno! Qué les he pedido???? Pues que no entienden de mapas!! Madre mía casi las 23 horas y yo danzando. Pregunto en un hotel y me mandan unos bloques más abajo. Es de noche, todo muy tranquilo parece un barrio residencial, pero está todo más apagado que apagado, casi no encuentro a gente a quien preguntar en la calle. Me pierdo un rato porque el plano que me han dado es de las calles principales. Voy preguntando pero o no capto las indicaciones en el mix que me hacen de brasileño e italiano, o se equivocan y doy vueltas por la misma zona. Me llama la atención que a esas horas uno de los pocos locales abiertos son gimnasios. Empiezo a perder la paciencia, y me enfado por no planificar. Me veo durmiendo en uno de los hoteles, rompiendo un poco el presupuesto pero al menos tengo una cama. Pero no es lo que quiero, sigo preguntando y doy con Wesley un hombre majísimo que me indica y además me ofrece su móvil para llamar y reservar, porque perfectamente podía encontrarme con que está cerrada por la noche (en Japón por ejemplo cerraban). Pero no, está abierto!! y me guardan una cama en un dormitorio compartido. Soy afortunada!! Y Wesley el primer ángel en mi camino 😉 Total que llego sobre las 24 horas y caigo rendida a pesar de las horas dormidas en el vuelo. Ahora a descansar y mañana nos dedicamos a Sao Paulo viajer@s!!
Com t’agrada fer-nos patir fins l’últim moment!!! Menys mal que tot s’arreglà. Per cert, normal que triomfares amb el moment formatge i pernil, això mai falla, jejeje!!!!