Compramos unos pasteles en la sorprendente pastelería del pequeño camping de Solitaire, regentada por un alemán, y nos pusimos en marcha a Walvis Bay.
Atravesamos el interesante Kuysep Canyon, donde dos famosos ecologistas alemanes Henno Martin y Hermann Korn, estuvieron escondidos durante 3 años en el transcurso de la II GM. Nos encontramos por el camino un grupo de avestruces, también cebras y un oris. Fue emocionante encontrar las cebras, eran las primeras. Paramos y avanzamos un poco, nos mirábamos mutuamente pero ninguna se movía, ni ellas ni nosotros. Son preciosas, y no hay dos iguales.
Avistamos un gran y precioso cactus. Según dijo Ronney su leche es venenosa. Cerca teníamos unos Quivertree y una panorámica perfecta de la llanura que nos esperaba.
Walvis Bay recuerda a la costa californiana, las casas en primera línea de mar son de diseños variados y denotan riqueza. Delante de la primera línea de casas hay un paseo amplío con jardines, y allí mismo instalamos nuestro campamento al más puro estilo dominguero. Las mejores vistas “free” para degustar nuestro lunch. Algunos blancos que paseaban por el paseo nos miraban con cara de pocos amigos. En el agua montones de flamencos, unos pescando, otros durmiendo y otros volando. A la derecha el puerto.
Walvis Bay es un lugar de segundas residencias si bien la temperatura de las aguas en verano (según leí no recuerdo donde) asciende solo hasta 15º C. No sé hasta que punto podrán disfrutar de estas aguas los blancos y ricos veraneantes.
Es la segunda ciudad más grande del país después de la capital. Debido a su estratégica ubicación como puerto natural y la producción de sal, ha sido codiciada por ingleses y alemanes. Aunque desde 1795 se consideraba formaba parte de la Colonia inglesa del Cabo, fue formalmente anexada al imperio británico en 1878 cuando los ingleses vieron el interés que despertaba en los alemanes. En 1919 pasó a ser parte de la Unión de Sudáfrica, si bien Sudáfrica la reclamó como parte de la provincia del Cabo y no fue hasta 1994 que la bandera Namibia pudo ondear en Walvis Bay.
Cuando estábamos saliendo hacia Swakopmund, vimos un edificio con el rótulo de ”Casa del Mar” y con la bandera española, y Paco y Adela dijeron de parar. Yo desconocía su existencia, pero ellos ya habían descubierto alguna otra en otros lugares de África. Se trata de una residencia para los pescadores españoles que fondean por estos lares. Entramos y nos atendieron muy bien, nos dejaron pasear por las instalaciones.
En Swakopmunt nos instalaron en una guest-house y nos metieron a los 5 en la buhardilla de un dormitorio, protestamos y pedimos unas habitaciones pero no tuvimos éxito, la verdad que el sitio estaba bastante bien y tampoco nos importó mucho. Fue divertido. En la parte de debajo de nuestro dormitorio se instalaron unas catalanas que viajaban en un coche recorriendo el país. Hicimos la colada y así de coqueto quedo nuestro íntimo espacio ;-).
Què xula la foto dels estruços corrent per la carretera! Encara que això no vol dir que les zebres i els flamencs no hagen eixit bé, eh? 😛