Swakopmunt

Empezamos el día escalando la Duna 7. La subida fue dura, a ratos a cuatro patas dada su verticalidad. Una vez arriba se olvida el esfuerzo ante la magnífica vista. Estamos en lo más alto. Podemos otear toda la llanura.

La bajada es lo más increíble. Como se clavan las piernas en la arena hasta la rodilla puedes bajar tan vertical como quieras porque no hay peligro. Una sensación de caída libre controlada que es una gozada. Hay que experimentarlo!

Luego tuvimos tiempo libre en Swakopmund y yo me fui a pasear por la ciudad. Conocí a David, un joven vendedor de artesanía, mirar que preciosidad de puesto!. Lástima que no estaba yo en disposición de comprar y que no podía cargar, porque todas las figuras eran preciosas. Ya se lo dije aunque a él lo que realmente le importaba era que comprara. Aun así fue amable.

  

En Swakopmunt viven muchos blancos, es una ciudad próspera a la vista de las casas, su limpieza, los edificios y la cantidad de comercios. Paseando conocí a Corey y Newton, una pareja sorprendente de niños, por su combinación negro-blanco. Algo insólito a tenor de lo visto hasta ahora. Hablé con ellos, me dijeron que eran muy buenos amigos. Les pedí una foto y enseguida se prestaron. Unos chicos estupendos, un soplo de aire fresco dentro de esta dividida sociedad!

Pero Swakopmunt, como era de esperar, tiene también su Katutura. Lo que se respira es que Swapo, el partido que luchó por la independencia de Namibia, se ha acomodado en el poder, ha posicionado adecuadamente a los suyos, el grupo étnico de los Owambo (casi el 50% de la población de Namibia pertenece a esta tribu), y se ha olvidado de seguir trabajando por la igualdad de oportunidades. Sin embargo en el Kautura de Swakopmunt sorprende ver ondear las banderas de Swapo.

Yo le pregunto mucho a Ronney, el dice, que es necesario un cambio, gente con ganas de dar un vuelco a la situación, pero que tardará tiempo en llegar.

Por la tarde se suponía que venía nuestro nuevo guía-conductor, pues Ronney se tenía que ir, y además llegaba dinero de Windhoek, para saldar nuestra deuda. Confiábamos en que también llegarían nuevas tiendas y sacos de dormir porque algunos de los nuestros estaban rotos. Eran las 22 horas y la única noticia que teníamos era el nombre del que sería ahora nuestro guía: Aggies.

A las 23 horas aparece Ronney con el dinero pero sin el nuevo guía. Bueno, algo es algo. Parece que el guía llegará tarde y nos encontraremos a la mañana saliendo a las 11 horas, con cierto retraso pues lo previsto era salir a primera hora. Que solo sea eso 😉

Un pensamiento en “Swakopmunt

  1. EEspero que cuando vengas me des una clase de historia y de su cultura y de sus relaciones sociales,ya sabes que me interesa como vive el continente africano y cuales son las causas para que vivan de esa manera,aunque intuyo mucho de su situación.

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