Bulawayo y Paradise, una vez más

La Oficina de Información y Turismo está cerrada pues es domingo, así que cojí un taxi para ir a Paradise Backpackers. Antonio, el taxista es estupendo, quedo que luego me recoja sobre las 18:30 para ir un ratillo al centro. Me hace un buen precio. Momsa, la gobernanta de la casa, me recibe y me dice que tienen cama para mí. Dice que sí que se acuerda de mi el año pasado, la verdad es que es una anfitriona estupenda.

Comparto dormitorio con un sudafricano medio autista que no suelta prenda en el tiempo que coincido con él. Yo paso de darle conversación, no le he visto realizar una actividad distinta que ver la televisión en todo el tiempo. Alucino con este tipo de viajeros.

Siempre Paradise es un lugar acogedor, limpio y tranquilo. No hay mejor lugar para recuperarme. Siento que solo estemos el sudafricano y yo, pocos backpackers esta vez por Paradise.

En Bulawayo no me resisto a pasear de nuevo por el colorido mercado. Como he venido un mes antes que el año pasado el producto de temporada es distinto, abunda el aguacate y el boniato. Está precioso, no viajer@s?

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