Sin suerte en Kariba

El sitio que me habían recomendado otros viajeros, Warthdogs, es salvaje y auténtico. Está a medio construir y básicamente consiste en unas cabañas esparcidas por el terreno y unas tiendas perfectamente equipadas con su colchón y sus sábanas. Todo pegado al lago Kariba. Yo duermo en una tienda por 10 $ y la verdad es como si estuviera de safari. Y se duerme de lujo, sobretodo después de haberte levantado a las 5:30 horas y haber realizado un trayecto de algo más de 7 horas ;-).

El baño común está totalmente integrado en la naturaleza, me encanta!. Juzgar vosotros mismos.

Ian, el dueño es inglés pero lleva tiempo viviendo por África. Es majo, muy amable, pero inglés, así que me entiendo mucho mejor con el staff, Thomas es el encargado del bar y Stephan el cheff (Como llaman aquí al cocinero) Son buenísima gente. Soy la única clienta que se aloja hoy aquí, así que nos entretenemos mutuamente ;-).

Lo mejor de Wathdogs es que estás en la casa de los hipopótamos. Tienen su lecho un poco más allá de la última cabaña (en la foto podéis ver el lecho de arena y al fondo en el lago un par de hipos), y una muestra de lo próximos que están es que ayer cenando, en el jardincito que hay entre las mesas de la terraza y el lago, había un hipo. (justo delante de la mesa de la foto de abajo). No estaba ni a 10 pasos de mí, y el pacía tranquilamente, a lo suyo. Tenéis que creerme porque no pude hacer la foto por lo oscuro que estaba. Parecía tan pacífico!…Ian y el staff dijeron que es de la casa y ni la familia que había venido a cenar ni yo nos preocupamos mínimamente. Simplemente lo admirábamos asombrados pensando que posiblemente nunca más podríamos estar tan cerca de un hipo. Era un bicho enorme pero no daba nada de miedo. Increíble!

Lo que no me gusta de Wathdogs es que Ian lo está convirtiendo en un gheto de blancos. Las dos noches que estuve venían unas cuantas personas blancas a tomar una copa. Ponían la música o la televisión bien alta, cosa que me repatea, pues estando en un lugar tan único lo que más apetece es disfrutar de la paz que ofrece. En concreto el viernes parecía que estaban de fiesta. Una mujer va y se sube a la mesa a bailar y se engancha a una barra que baja del techo. La verdad es que después de ver moverse a los negros cuanto menos el espectáculo resulta grotesco. Por muy zimbabueses que sean, sangre inglesa corre por sus venas.

Al día siguiente hablé con el contacto que me facilitó Ian como posible opción para visitar el Matusadona Nacional Park. Relativamente cerca de Kariba hay dos parques naturales: Matusadona más cercano y accesible por mar y tierra y Mana Pools, más alejado y también accesible por ambos medios. En vista de la dificultad de encontrar un safari a Mana Pools a un precio razonable (el más barato que habían ofrecido eran sobre los 600 $ y realmente por Mana Pools solo nos movíamos por el río y no incluía ningún game-drive), me decanté por visitar Matusadona que por lo que había leído podía ser también espectacular.

Roger es la persona que vino a verme y me ofreció un viaje de 24 horas en catamarán por el Zambeze. Realmente no íbamos a entrar en el parque y me parecía un rollo yo sola con el patrón las 24 horas. Pagar por esto casi 200 $ no me convencía. Le comenté a Roger que esa no era mi idea y el hombre que era un santo me entendió sin insistir, incluso me cruzó con el catamarán a otro lodge a buscar una agencia que organizaba safaris. Le pregunté cuanto le debía y me dijo que nada pero cuando le di los 5 $ por las molestias los cogió agradecido.

Porque eso sí, en Kariba no puedes moverte sin un vehículo, es algo que me desesperó. No hay transporte público fuera de los dos township, y resulta que los alojamientos están esparcidos y las combis no acceden a ellos. En el Kariba Breezers Hotel, que era donde la guía indicaba que estaban los de River Safari, me encuentro un edificio en reconstrucción y ni rastro de la agencia. Un grupo de hombres están sentados y como era de esperar me intentan ayudar. Me indican donde está ahora ubicada la agencia, tengo que subir una empinada cuesta hasta la parada de las combis y parar en Andora Harbour. Me siento un rato con ellos y charramos, me ayudan incluso a encontrar algo para ir mañana a Matusadona, pero no tenemos suerte. Finalmente me dicen que alguien me puede acercar al puerto donde tengo que ir. Me llevan a una caseta más allá y nada menos que el propietario del hotel en remodelación me dice que él me acerca a una compañía que organiza safaris. Parecía que iba adrede a llevarme, y va y antes me deja hacer unas fotos a unos hipos que hay en el lago enfrente de lo que son las nuevas instalaciones del hotel, que por cierto tiene una pinta estupenda.

El hombre es un zimbabués blanco majísimo. Injustamente no recuerdo su nombre. Me deja en la puerta de Natureways Safari, donde Sanny me informa de que ellos a Matusadona no organizan nada. Los circuitos que tienen son para Manapools a precios a partir de los 650 $ y me tendría que esperar 4 días a salir con el próximo grupo. Pero ella (blanca también, me dice que es de Kariba) coge y empieza a hacer varias llamadas a otros contactos que organizan safaris a Matusadona, incluidos los de River Safaris. Se pasa un rato haciendo gestiones, solo intentando ayudarme. Parece que se lleva bien con la competencia. Me parece alucinante, no consigo nada pero me voy con buen sabor de boca. Para volver a mi guest-house tengo que coger un taxi que me pide 10 $. No hay otra, consigo dejarlo en 9$ porque me deja en un hotel que hay de camino. Un nivelazo de hotel, donde me remiten a otro sitio para preguntar por los barcos a Matusadona y donde aprovecho para conectarme a la wi-fi.

Para ir luego a Warthdogs otros 10 $. Me lleva un taxista que se llama Charm (su traducción es «encanto» ;-)) y en realidad lo es. Se espera de camino en un sitio a que pregunte los precios para cruzar en barco a Matusadona y es muy simpático, pero no deja de ser una ruina cada desplazamiento 10 $. Empiezo a plantearme salir de Kariba hoy mismo en el bus nocturno Ha sido una búsqueda ardua y con poco éxito pues lo que he encontrado es a un coste excesivo. Kariba no es un lugar para venir solo y menos sin vehículo. Hay un montón de pequeños puertos, la ciudad se expande en la costa del lago, no hay transporte público que comunique con la guest-house donde me hospedo y hay que tirar de taxi, que como tienen que venir del township y son distancias largas. Y andar hasta la carretera para luego hacer dedo allí, tampoco se puede porque es Parque Natural y en cualquier momento un elefante puede pasar por allí. Como estos que encontramos viniendo en coche ayer.

Quizás me equivoqué al venir a Kariba, quizás debí haberme apuntado al Safari que Norman me ofrecía para recorrer el Zambezi con canoa. Son cosas que a veces pasan, unas veces aciertas con tus decisiones y otras no. Aunque sea África no todo es perfecto. Para que os voy a mentir, viajeros 😉

No obstante, y bajo mi punto de vista, Kariba es interesante como base para buscar un safari a Matusadona y Mana Pools, pero en sí mismo a menos que adores la pesca pues no. Y hay que venir con tiempo y no esperar que algo esté listo para salir el día siguiente. En sí mismo no supe encontrarle el encanto fuera de lo que es Warthdogs y el contacto con los hipopótamos. Eso sí, la gente que me he encontrado ha sido excepcional!

 

2 pensamientos en “Sin suerte en Kariba

  1. Los Warthdogs tiene pinta de pretender ser un resort, pero imagino que a largo plazo :-) La cuestión es que no bailaste! jejeje En fin, supongo que es una forma de aprovechar el turismo de la zona con pocos recursos, aunque por lo que he visto, por ahí puedes tomar una copa en los lugares más impensables.

    • No sé si llegará a resort, está demasiado integrado en la naturaleza 😉 y no dispone de todas las comodidades que los resorts o lodges como se llaman por aquí ofrecen.
      Yo después de ver bailar a los negros creo que no sé bailar 😉

      bss

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