Bushman’s, el oasis de baobabs

Estoy en un sitio precioso, en pleno parque natural de Liwonge. Es una guest-house totalmente integrada con el entorno. Me esperaba algo bonito a tenor de lo que indica la guía, pero la sorpresa ha sido increíble. Por cosas así se ven compensadas las penurias de algunas partes del viaje, normalmente los transportes ;-). Las habitaciones están esparcidas en cabañas entre los árboles baobab, todo con un gusto exquisito. Naturalmente me intereso por el dueño: Es blanco y aunque nacido en UK, se ha criado en Malawi, y habla perfectamente el Chichewa (el idioma mayoritariamente hablado en el país), según me dicen los trabajadores.

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Cruce de fronteras: Zim-Mozambique-Malawi

El plan

A las 21 horas cogí el bus para dejar Kariba y dirigirme Harare. Volvemos a Mbare Musika Station!. El plan para el día siguiente era ambicioso: dejar Harare, atravesar Mozambique y llegar a Malawi por el sur, para desde allí empezar a explorarlo en dirección norte. Quería hacerlo en un día e intentar dormir en Blantyre (la ciudad más importante del sur de Malawi y un nudo de comunicaciones). Todo dependía de los transportes, pero pienso que es posible. Podéis ver en el mapa el recorrido previsto.

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Sin suerte en Kariba

El sitio que me habían recomendado otros viajeros, Warthdogs, es salvaje y auténtico. Está a medio construir y básicamente consiste en unas cabañas esparcidas por el terreno y unas tiendas perfectamente equipadas con su colchón y sus sábanas. Todo pegado al lago Kariba. Yo duermo en una tienda por 10 $ y la verdad es como si estuviera de safari. Y se duerme de lujo, sobretodo después de haberte levantado a las 5:30 horas y haber realizado un trayecto de algo más de 7 horas ;-).

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Mbare Musika Station

A la mañana siguiente vuelvo a Mbare Musika, esta vez a la estación. Tiene fama de que hay muchos robos, pero a las 6:30 horas, cuando llego ya hay trajín de gentes y trastos y no veo signos de peligro. Supuestamente el bus hacia Kariba sale a las 7 horas, pero esperando a que se llene se hacen las 8:30 horas. Mientras paseo y fotografío la incipiente actividad de un nudo clave de comunicaciones del país.

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Frenetic Mbare Musika Market

La parada de las combis en el centro es una gran explanada sin asfaltar, como todas las estaciones de por aquí. Son las 11 horas y un absoluto caos de combis pegadas unas a otras sin orden ninguno y pitando continuamente es el escenario que me encuentro.

¿Y como encuentro la que busco, cuando en muchas no hay indicación de donde van? Pues preguntando! Pero se adelantan y son ellos quienes quieren saber donde voy y me remiten a la correcta. Por 5 rands, me montó en la combi rumbo a Mbare.

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Ajetreo en Harare

Mi misión hoy era conseguir la visa de Mozambique. Ayer, aunque era festivo paré en la puerta y el guardia de seguridad de la caseta me recomendó estar allí las 8 horas y así hice y había dos personas esperando. La chica de la oficina de visados no me pidió ni billete de vuelta, ni reserva de las dos primeras noches, ni copia del pasaporte. Simplemente 2 fotos de carnet, el pasaporte y 40 $ por el visado multientrada, un chollo en comparación con los 95 € que me costaba en España sin considerar los casi 20 € de enviar pasaporte. Me dijo que volviera mañana a las 10 horas pero le rogué un poco y me dijo que hoy a las 16 horas lo tendría. Genial!

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Bulawayo y Paradise, una vez más

La Oficina de Información y Turismo está cerrada pues es domingo, así que cojí un taxi para ir a Paradise Backpackers. Antonio, el taxista es estupendo, quedo que luego me recoja sobre las 18:30 para ir un ratillo al centro. Me hace un buen precio. Momsa, la gobernanta de la casa, me recibe y me dice que tienen cama para mí. Dice que sí que se acuerda de mi el año pasado, la verdad es que es una anfitriona estupenda.

Comparto dormitorio con un sudafricano medio autista que no suelta prenda en el tiempo que coincido con él. Yo paso de darle conversación, no le he visto realizar una actividad distinta que ver la televisión en todo el tiempo. Alucino con este tipo de viajeros.

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Movidito trayecto a Bulawayo

Por la mañana me levanto con el mal del viajero: la diarrea :-). No cambio mis planes por ello, he tomado la decisión de irme. Decido ir a Bulawayo y luego a Harare y gestionar allí mi visado para Mozambique.

Salgo a la carretera sobre las 6:30 y tras esperar unos 15 minutos pasa un coche y me sube hasta la ciudad. El conductor,  blanco, es muy amable e insiste en dejarme en las puertas de la combi. Me ofrezco a pagarle y me dice que ni hablar.

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Un vistazo a Binga

Me levanté a las 4 a.m. para llegar al bus de las 5 a.m. a Cross Dete y asegurar que llegaba a Binga en el día. El madrugón me sentó fatal esta vez. Luego llego a Chinotimba y no había ni un bus ni medio. La Terminal de Vicfalls es frenética por la noche cuando salen muchos buses para Bulawayo y Harare, pero de madrugada y de día está desierta. Me dicen que el bus grande ya ha salido porque estaba lleno y me tenía que esperar a que se llenara el minibús. Así hice. Mientras, me acerqué al bar de enfrente. Varios borrachos se agrupaban en la puerta, pues estaban cerrando. Beben mucho los zimbabueses. Durante el día la cerveza es la reina, por la noche también, pero triunfa igualmente el vodka. En todas partes hay gente que bebe, pero cuando hay poco dinero como que parece más increíble que la gente lo gaste en esto. O quizás por un momento olvidan su pobreza.

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Chinotimba, la otra cara de Vicfalls

Otro día visité Chinotimba, uno de los townships de Vicfalls, donde está la renkini, o estación de autobuses. La casa de Farai está muy cerca de la estación y me invitó a verla y visitar a su familia. Diríamos que está bien ubicada, lo único bueno que tiene. Me impactó más que el Victoria Falls Hotel, por la absoluta pobreza que transmite. Lo que podríamos llamar el jardín, sin serlo propiamente pues es un suelo terroso y un poco abrupto, estaba lleno de críos, de variadas edades, algunos sucietes. Tienen un Mercedes Benz aparcado dentro del jardín, que por supuesto no funciona. Lo tienen de adorno, les gusta pensar que tienen algo bonito.

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